Las bibliotecas estadounidenses pondrán filtros 'antiporno' en sus accesos a Internet
Las bibliotecas norteamericanas que quieran seguir recibiendo subvenciones del Gobierno deberán colocar filtros en sus accesos públicos a Internet. El Tribunal Supremo ha dictaminado (seis contra tres) que la ley de 2000 que obligaba a las bibliotecas a impedir que sus lectores accedieran a sitios pornográficos o dañinos para los menores no atenta a la libertad de expresión.
La organización de bibliotecas había recurrido la ley alegando que restringía la libertad de navegación y que estos filtros son imperfectos. La mayoría funcionan bloqueando páginas que contengan una determinada palabra. Por esta razón, impiden con igual efectividad la consulta de un sitio erótico que uno sobre el cáncer de mama.
En Estados Unidos, de los 143 millones de ciudadanos que alguna vez consultan Internet, un 10% lo hace en las bibliotecas que sustituyen en gran parte a los cibercafés. El año pasado, las subvenciones gubernamentales a bibliotecas ascendieron a 1.000 millones de dólares y para algunos centros suponen el 90% de sus ingresos.
Los bibliotecarios habían argumentado que, de la misma manera que no censuran contenidos de una enciclopedia, tampoco pueden restringir la navegación por la Red. Ahora, si quieren recibir las ayudas estatales, deberán hacerlo.
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