Las alergias causan el 2% de los accidentes

Uno de cada cinco españoles padece algún tipo de alergia. Los estornudos, el picor de ojos y la congestión nasal que acarrean estas enfermedades son un impedimento para la conducción, que resulta aún más complicada bajo los efectos de medicamentos antihistamínicos. Un trabajo del Instituto de Tráfico y Seguridad Vial (Intras) demuestra que el 2% de los accidentes de tráfico mortales que se producen cada año están asociados a la alergia, ya sea por sus síntomas o por los efectos de la medicación. La misma investigación señala que el 97% de los conductores desconoce el peligro que supone ir al volante en estas condiciones.

Los síntomas habituales de las alergias, los estornudos y la congestión y destilación nasales, pueden provocar accidentes en la carretera. "Cada estornudo equivale a 2 o 3 segundos en los que el conductor deja de tener el control de sí mismo. A 120 kilómetros por hora, este periodo equivale a casi cien metros en los que se pierde el control del vehículo", afirma el catedrático de Psicología y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia y director del Intras, Luis Montoro. La fatiga y el picor de ojos que sufren algunos alérgicos también impiden tener una visión correcta de los estímulos del tráfico.

Con cada estornudo se pierde el control del coche en una distancia de unos cien metros

Pero, además de estos efectos directos sobre la conducción, existe otro potencialmente peor: el uso incontrolado de los antihistamínicos, que son los fármacos con los que se combaten las alergias. "En general, producen somnolencia. En estas épocas del año, el efecto aumenta a causa de la subida de las temperaturas", asegura Montoro. Estos medicamentos afectan a la concentración de los conductores y a sus reflejos, sobre todo al tiempo de reacción, es decir, el que transcurre entre la percepción de un peligro y la reacción. El estudio del Intras pone de manifiesto que el 70% de los conductores que habitualmente toman antihistamínicos desconocen sus efectos secundarios.

Sin embargo, en los últimos meses han aparecido nuevos fármacos contra las alergias mucho más seguros cuyo principio activo es la desloratadina, que apenas tienen efectos secundarios y no reduce la capacidad de atención y reacción del conductor.

Ello no exime a los conductores alérgicos de tomar algunas precauciones cuando estén al volante. Una de ellas es evitar la acumulación de polen en el vehículo manteniendo una limpieza intensa e instalando un filtro que lo elimine. Los expertos también aconsejan no viajar al amanecer y al atardecer, pues es en esos momentos cuando se produce una mayor concentración de polen en el aire. Y sobre todo usar gafas de sol para que los alérgenos no penetren en los ojos, ya que en el 40% de los casos la alergia provoca afecciones oculares.