Leguineche repasa la historia de Rusia en el siglo XX

Madre Volga (Seix Barral), último libro del periodista Manuel Leguineche (Arrazua, Vizcaya 1941), ofrece un peculiar y personal recorrido por la convulsa Rusia del siglo XX desde un género literario, el de la novela periodística. Una novela-río, en el doble sentido de la palabra, ya que en ella surgen personajes y situaciones al tiempo que el autor narra, en primera persona, un viaje que realizó a bordo del Esenin recorriendo el Volga.

"No soy rusólogo, ni mucho menos, en este libro tan sólo hago un repaso a la historia de una Rusia quizá especial, y lo hago como especialista en ideas generales, que es lo que somos los periodistas", dice Leguineche, actual director de la agencia de noticias Fax Press.

En este libro, el autor ha aunado dos de sus fascinaciones más notorias: la que siente por la gran literatura rusa de los siglos XIX y XX, y la que tiene desde siempre por los ríos. También deja claro que no es un experto en ninguna de esas dos materias. "Lo que sí tengo claro es que cuando viajo las ruinas me interesan menos y las personas más; de hecho, no hubiera escrito nada de este paseo fluvial si no hubiera conocido en el barco a unos personajes novelescos que representaban una época que me interesaba especialmente", señala Leguineche, que ha situado Madre Volga en la etapa del presidente Yeltsin, aunque considera que no es un libro sobre política, sino sobre la vida de unas gentes concretas influidas por todo lo acaecido en aquel país durante el último siglo.

"He pretendido juntar lo que pasa en Rusia con la importancia de la antropofagia en aquella área o el estado del río, totalmente destrozado por la industria pesada, después de haber sido testigo de toda una sucesión de derrotas y haber desaparecido de sus orillas los pescadores", dice Leguineche, que ha publicado, entre otros títulos, La felicidad de la tierra y Gibraltar. Lo que el escritor pretende con su nueva novela es que la gente saque una idea de lo que es Rusia desde diversos ángulos, y uno de ellos es el humor de aquel pueblo: "No hay que olvidar que los rusos se salvaron de sus largas dictaduras no sólo por el vodka, sino también por el inteligente sentido del humor que tienen".

Leguineche, corresponsal de guerra en numerosas contiendas desde que en 1965 informó de la guerra indopaquistaní, también habla en

Madre Volga de la islamización mundial, que, según él, ya afecta a Rusia y terminará afectando a China. "Hoy por hoy, Rusia no está en el guión de Europa; no obstante, ellos están dando los primeros pasos para recobrar los esplendores perdidos y volver a ser una potencia respetada".