Nativel Preciado busca maneras de salvación en 'Bodas de plata'
Salvador no es capaz de aplicar su nombre a la vida. Ni Nativel Preciado (Madrid, 1948) ha encontrado manera de que su personaje, un psiquiatra que no da con la fórmula de curación del alma, lo consiga en su segunda novela, Bodas de plata (Planeta). Sus pacientes, Natalia y su hijo adolescente, navegan entre la fe en la psiquiatría y el milagro de las flores de Bach, que les recomienda una amiga, con propiedades curativas.
En esa búsqueda por afrontar el dolor se encuentran todos: "Buscan remedios para seguir y entre todos ellos existe éste, que son unas flores con una esencia que te hace no sentir nada", describe la autora. Pero también sirve otro Bach, el de las Cantatas. "He ahí la prueba de que ese nombre, Bach, es mágico, también hay muchas Cantatas en el libro", afirma la escritora, periodista, tertuliana...
Preciado ha querido volver a un género que le ha dado mucha alegría. "Probé con El egoísta [finalista del Planeta en 1999] y tuve más suerte de la que podría imaginar", dice. La experiencia le gustó, sobre todo el cambio de vida que supone. "Estoy acostumbrada a una vida más bulliciosa y para escribir novelas necesito retiro, tranquilidad; además, el resultado produce mucho placer porque es algo muy difícil".
Escribe lo que le pide el alma. "Busco la verdad de las emociones y los sentimientos. Me gusta la gente sincera, la que cuenta lo que realmente siente ante las cosas que le pasan en la vida", asegura. Y tiene muchos autores de referencia para explorar el género: "Me gustan Truman Capote y Raymond Carver, también Cortázar, Flaubert, Stevenson...".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.