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La energía creadora de Chillida preside la sala central de la Royal Academy

Londres dedica el primer homenaje al escultor vasco en vísperas del aniversario de su muerte

La Royal Academy brinda en su sede de Londres un homenaje especial a Eduardo Chillida (San Sebastián, 1924-2002) dentro de su tradicional Exposición de verano, que se celebra desde 1769 y cuya edición 235ª se abre al público el próximo lunes. Con una reducida y cuidada selección de obras escultóricas y gráficas, instaladas en la sala central, la institución recuerda al artista donostiarra en vísperas del primer aniversario de su muerte. La viuda del escultor, Pilar Belzunce, acudió a los actos inaugurales del primer tributo público ofrecido a Chillida en el Reino Unido.

Es tradición de la Royal Academy honrar la memoria de sus miembros desaparecidos durante su convocatoria más popular, la Exposición de verano. Eduardo Chillida, que fue académico honorario hasta su muerte el 19 de agosto pasado, recibe un homenaje especial en la sala central. Es un espacio circular donde se han reunido ocho obras que documentan la trayectoria del artista. A Chillida le movía el deseo por experimentar y, según él mismo decía, le interesaba "la experimentación más que la experiencia", o , con otras palabra "prefiero el conocer al conocimiento".

El comisario de la muestra, el escultor y presidente de la Royal Academy, Phillip King, se guió por este pensamiento a la hora de elegir las piezas que conforman el homenaje. Acompañado de Andrew Dempsey, comisario de exposiciones y experto en la obra de Chillida, viajó el pasado invierno a San Sebastián para "experimentar" in situ la obra pública y privada del escultor. Se acercó por primera vez al paseo donde se eleva El peine del viento y se sintió "en contacto con las fuerzas elementales de la naturaleza como nunca antes lo había sentido con otra escultura".

Moviéndose en terreno abonado por Chillida, tanto en su ciudad natal como en el museo Chillida-leku, King descubrió el fuerte arraigo de la obra y el propio creador. "Estar tan conectado a la tierra, a su tierra, es uno de los aspectos menos comunes de su vida como escultor", señaló en conversación con Dempsey.

Versión del 'peine'

Una versión singular de El peine del viento, un hierro de 7,5 toneladas de peso, conforma el eje central de la selección de trabajos que se exhiben en Londres. La conexión con la principal obra pública del creador donostiarra se extiende también a un trío de hierros verticales que culminan en formas de bucles: Lotura XXVII, Besaka y Beaulieu. Frente a su robustez, contrasta el bloque de alabastro Arquitectura heterodoxa III, con sus vacíos internos. Representan dos técnicas de ejecución (además de dos materiales) opuestas y constantes en la trayectoria de Chillida.

"Calma y respiro". Así resumió Pilar Belzunce su estado de ánimo al visitar ayer la sala de la Royal Academy dedicada en exclusiva a su marido. Este espacio circular es ciertamente el único oasis de tranquilidad de la Exposición de

verano, que reúne cerca de 1.240 obras. Desde allí también se pueden observar tres lienzos abstractos de Roberto Matta que ocupan una pared de la sala contigua. Forman parte del tributo de la institución al pintor chileno, también fallecido.

La muestra veraniega es un evento anual que se celebra desde 1769. Es la fiesta por antonomasia de la Royal Academy de Londres. Un comité de miembros de la institución selecciona los trabajos que se exhiben entre los miles que recibe cada año. No hay limitaciones en cuanto a estilo o disciplina artística, aunque las obras deben ser originales y no pueden haberse expuesto anteriormente en Londres. La mayoría está a la venta. En todas las ediciones están representados creadores establecidos y noveles. Sus obras ocupan la práctica totalidad de las paredes y suelos de las 13 salas habilitadas para la ocasión.

La actual convocatoria, que arranca el lunes y se cierra el 10 de agosto, ofrece piezas de Tàpies, el único artista español entre los académicos honorarios; esculturas de los hermanos Chapman y, entre muchos otros trabajos, un monumental lienzo de Anthony Green. Paralelamente, Norman Foster recibe una mención especial con una muestra arquitectónica centrada en la evolución de los rascacielos.

Tal torrente de muestras artísticas convierte el espacio dedicado a Chillida en un manantial de calma. "No queríamos abarrotar la sala porque él siempre cuidaba mucho el contenido y distribución de sus exposiciones", señala Dempsey. Con ocho obras escultóricas y gráficas, procedentes en su mayoría de Chillida-leku, los comisarios se adentran en el espíritu del escultor, en sus diferentes lenguajes de expresión. Muy significativa es una de sus gravitaciones, a gran escala y en fieltro, de su última etapa. "Las llamaba gravitaciones porque gravitan en el aire. Fue un loco por el trabajo, le entusiasmaba", recordó ayer Pilar Belzunce.

El peine del viento XVII </i><b>(abajo),</b> de Eduardo Chillida, que se exponen en la Royal Academy de Londres.
El peine del viento XVII (abajo), de Eduardo Chillida, que se exponen en la Royal Academy de Londres.
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