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Reportaje:

La quebrantahuesos 'Esperanza'

Un pollo, que nació en una incubadora y se crió en Viena con dos machos adultos, será liberado en un mes en los Pirineos

Se llama Esperanza y es uno de los escasos quebrantahuesos que quedan en Europa. Nació en febrero en Aragón y fue trasladado a Viena, donde ha permanecido 90 días con una pareja de quebrantahuesos adultos para formarse y poder vivir en libertad. Ahora pasará unas semanas en una jaula especial situada en una zona a la que acuden otros quebrantahuesos. El objetivo es que siga formándose y pueda pronto ser liberada.

Llegó al aeropuerto de Barcelona y fue recibida por una comitiva encabezada por el consejero de Medio Ambiente de Aragón, Alfredo Boné; el presidente de la Fundación para la Conservación del quebrantahuesos, Gerardo Baguena, y un veterinario, Chavi González, que procedió a hacerle una revisión, apenas bajado del avión. Comprobó que no hubiera roturas en los huesos largos, observó si había algún hematoma en la piel, miró los ojos y las garras, los oídos y fosas nasales y, finalmente, la boca, para comprobar las mucosas, donde es fácil detectar patologías. Y una vez hecho esto, dio el visto bueno a su traslado hacia el Pirineo.

El Gobierno de Aragón tiene un convenio con Austria para la recuperación del quebrantahuesos. Los austriacos perdieron el último ejemplar en 1962, explicó ayer Baguena. Actualmente, en Europa quedan muy pocas colonias: unas 56 en el Pirineo Aragonés y 35 detectadas entre Córcega y Cerdeña. "Para encontrar más hay que ir a Nepal o a Pakistán", añadió.

Esperanza, que partió con 180 gramos y ha vuelto con 4,5 kilos y tiene una envergadura de 2,5 metros, es el tercer ejemplar de la especie nacido en cautividad y liberado. Antes lo fueron dos machos, Sivano (en 1995) y Ramiro (en 1999). Su madre murió posiblemente envenenada. El nido se hallaba junto a una pista, lo que hacía casi inviable el nacimiento. Los técnicos cogieron dos huevos y los incubaron durante 51 días. Uno dio a Esperanza, el otro estaba huero. Ahora le queda lo más difícil, aprender a vivir en libertad.

<i>Esperanza,</i> con los responsables de Medio Ambiente de Aragón, ayer, en el aeropuerto de Barcelona.
Esperanza, con los responsables de Medio Ambiente de Aragón, ayer, en el aeropuerto de Barcelona.CARLES RIBAS

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