El Gobierno mantiene el consejo de no bañarse en las playas hasta el 15 de junio

El Gobierno mantendrá por precaución la recomendación de no bañarse en las playas vascas hasta el próximo 15 de junio, día en el que se abre de manera oficial la temporada de baño en el País Vasco.

Hasta el momento, los análisis de agua y de arena reflejan que las playas están libres de la contaminación provocada por el hundimiento del petrolero Prestige. Por eso, el portavoz del Gobierno y de la comisión encargada del seguimiento de la catástrofe, Josu Jon Imaz, mostró ayer su esperanza de que el 15 de junio se levante la recomendación de no bañarse.

El Ejecutivo desaconsejó el baño hace varios meses, cuando las playas empezaron a acusar el efecto de la marea negra. Seis meses después del hundimiento, se siguen recogiendo a diario cerca de seis toneladas de residuos impregnados de fuel en los arenales de Euskadi.

La Dirección vasca de Salud Pública está aplicando unos criterios más exigentes de los legalmente establecidos en los análisis que realiza sobre la calidad del agua. Hasta el momento la concentración de hidrocarburos detectada está muy lejos de los niveles de riesgo. Las pruebas continuarán realizándose diariamente una vez que comience la temporada de baños, aseguró Imaz. Al mismo tiempo, se han efectuado alrededor de 5.000 análisis de pescado y marisco en los puntos habituales de venta de este producto, como pescaderías, lonjas y restaurantes, sin que se haya detectado contaminación.

Seis meses después del desastre, el litoral de la comunidad vasca presenta una baja afección de contaminación, indicó Imaz a la hora de hacer el balance de la situación. Una vez que las oleadas de fuel han remitido, el principal trabajo se centra ahora en la limpieza y recuperación de rocas, acantilados y los estuarios afectados por el fuel, labor que se está haciendo en colaboración con la Administración central.

El portavoz valoró la "arriesgada" decisión adoptada por el Gobierno de hacer a la mar la flota vasca para tratar de recoger la mayor cantidad de hidrocarburo e impedir así que impactara contra las playas y los acantilados. Cerca de 20.000 toneladas de fuel han recogido en alta mar los pesqueros vascos, lo que representa el 75% del total retirado en el Golfo de Vizcaya y el 60% del recuperado en el mar. Otras 2.100 toneladas se han recogido en las playas.

Hasta el momento, las instituciones vascas (Gobierno, diputaciones de Vizcaya y de Guipúzcoa y Ayuntamiento de San Sebastián) han gastado 30 millones de euros en la lucha contra la contaminación. Aunque la catástrofe está "controlada", Imaz indicó que la costa tardará "mucho" en recobrar la situación anterior al hundimiento del Prestige.