Los editores buscan fórmulas para llegar al enorme potencial de lectores de Brasil
Gilberto Gil y Cristovam Buarque, ministros, respectivamente, de Cultura y de Educación de Brasil, inauguraron ayer la XI Bienal Internacional del Libro de Río de Janeiro bajo un imponente aparato policial debido al clima de violencia que reina en la capital carioca. Los editores son optimistas y han llegado a la feria, que termina el día 25, con la mirada puesta en los 60 millones de adolescentes y los 20 de analfabetos que tiene Brasil y que, con el tiempo, pueden ser nuevos lectores.