El tunecino Meddeb cree que el islam está enfermo de integrismo
La enfermedad del islam (Galaxia Gutenberg) ha sido saludada como una de las reflexiones más clarificadoras sobre la situación del mundo tras los atentados del 11 de septiembre. José María Ridao, que ayer ejerció como presentador del ensayo del escritor y poeta tunecino Abdelwahab Meddeb, participa también de esa opinión. Su idea es que uno de los aciertos del libro es que no incurre en la confusión entre teología y política. "Frente a la proliferación de islamólogos que ignoran la lengua, el Corán y la historia árabe, este ensayo pone en contexto su reflexión dentro del islam", dijo el diplomático.
La enfermedad del islam incluye en la traducción española el apéndice El caso de Irak: crónicas de guerra. Meddeb, que es catedrático de Literatura Comparada en la Universidad de París, explicó que el título se lo sugirió Voltaire, cuando analizó la enfermedad de la intolerancia que seguía imperando en su tiempo manifestada con motivo de la condena a muerte de un protestante, y Thomas Mann, cuando trató la enfermedad alemana que le llevó a escribir el Doctor Fausto. "Si el fanatismo fue la enfermedad del catolicismo, y el nazismo la enfermedad de Alemania, no hay duda de que el integrismo es la enfermedad del islam".
Tras el coloquio, Meddeb contestó a cuestiones de "política menor" como la situación de Ceuta y Melilla, sobre la que defiende las tesis de legitimación marroquíes. Y en relación con la postura de España en la guerra de Irak, dijo que Aznar se había suicidado políticamente al aliarse con Bush y Blair, y contó que, el pasado agosto, mientras almorzaba con el presidente chileno, éste le contó que cada vez que tenían que votar algo en la ONU, Aznar lo llamaba por teléfono para que votara lo mismo que Bush.
Babelia
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