A la espera del primer caso español

Hasta ahora, todos los casos sospechosos de neumonía asiática que se han dado en España han acabado en catarros o neumonías comunes. Pero la ministra de Sanidad, Ana Pastor, no quiere bajar la guardia. "Trabajamos con la hipótesis de que en algún momento llegará algún caso a España", afirmó ayer.

La última medida del Ministerio de Sanidad ha sido la creación de un comité científico para estudiar la enfermedad. Su función será "informar de cuantos asuntos de carácter científico se le consulten por la Comisión Interministerial" de seguimiento del síndrome respiratorio, según explica la orden de creación del 6 de mayo.

El comité cuenta con 15 miembros que abarcan todos los posibles campos relacionados con la enfermedad. Entre ellos hay expertos en coronavirus (el agente que causa la neumonía), como Luis Enjuanes, del Centro Nacional de Biotecnología; especialistas en enfermedades infecciosas (Santiago Moreno, del hospital Ramón y Cajal de Madrid), técnicos en gestión sanitaria (Rafael Matesanz, presidente de la Comisión Europea de Trasplantes), microbiólogos (José Ángel García, que además dirige el comité) y epidemiólogos (Fernando Martínez), inmunólogos, y expertos en sanidad ambiental, medicina preventiva, farmacología y salud internacional.

Muchos de estos científicos no tendrán casi trabajo hasta que no aparezca un primer caso de neumonía asiática en España. Los virólogos y microbiólogos ya están trabajando en técnicas de identificación del coronavirus y en posibles tratamientos, según explicó el presidente del comité y director general de Salud Pública, José María Moreno. Como anticipo, la ministra les ha pedido un informe sobre las implicaciones de la neumonía en su campo para el 22 de mayo.

Mientras llega el temido primer caso, Pastor defendió las medidas de control en los aeropuertos. Hasta la fecha, se ha informado y preguntado a casi 10.000 viajeros y 73 vuelos procedentes de las zonas afectadas. Técnicos de Sanidad Exterior supervisan el pasaje. El objetivo es asegurar la "trazabilidad de los viajeros", explicó Pastor: que en cuanto se detecte un caso, se pueda localizar a quienes compartieron vuelo para evitar que extiendan la enfermedad.