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Londres abre su primer museo dedicado en exclusiva a la moda

La muestra reúne obras de 70 diseñadores

La diseñadora inglesa Zandra Rhodes ve por fin realizado un gran y viejo sueño. Su Museo de la Moda y el Textil abre hoy las puertas al público en un antiguo almacén del sureste de Londres, rehabilitado en llamativos colores por el arquitecto mexicano Ricardo Legorreta. La exposición inaugural muestra creaciones de 70 diseñadores, desde Giorgio Armani a Óscar de la Renta, Isabel Toledo y Alexander McQueen.

Zandra Rhodes irradia excentricidad. A sus 63 años lleva el cabello teñido en fucsia, con un flequillo respingón que deja entrever una línea en zigzag pintada donde antaño crecieron sus cejas. Calza unos zapatos de Manolo Blahnik con incrustaciones en cristal y perla a juego, con un par de broches y un colgante de la cabeza de una jirafa. Es la personificación del lema con el que anunció su llegada al mundo de la moda en 1969: "Estoy harta del buen gusto". Desde entonces ha vestido a celebridades y miembros de la realeza, desde Bianca Jagger, Natalie Wood y Jackie Kennedy hasta las princesas Ana de Inglaterra y Diana de Gales.

Rhodes ve cumplida hoy una hazaña por la que lucha desde hace siete años. Su Museo de la Moda y el Textil (FTM, en sus siglas en inglés) inicia su andadura con la exposición Mi vestido

favorito, en la que colaboran setenta diseñadores internacionales, desde Mary Quant, Vivienne Westwood y Paco Rabanne hasta John Galliano, Antonio Berardi y Michiko Koshino. Cada creador presenta una prenda de sus propias colecciones y un mensaje explicando el por qué de su elección. Entre ellos, Elie Saab acerca el modelo que Halle Berry vistió al recoger su Oscar el año pasado, Jasper Conran opta por un vestido de novia y Rabanne por una mini adornada con perlas.

El FTM se ubica en un antiguo almacén reconstruido por Ricardo Legorreta. En su primer trabajo en Europa, el arquitecto mexicano llena de color la fachada del edificio, donde también se ubica la residencia y el taller de Rhodes. Su luminoso exterior, en tonos mates anaranjado y rosa, choca con la tendencia al gris del barrio de Bermondsey en el sureste de Londres. "A ambos nos gusta el color y estoy muy orgullosa del resultado de la rehabilitación. Ricardo ha sido muy flexible y comprensivo", explica la diseñadora refiriéndose a la demora en la ejecución de un proyecto estimado en 15 millones de euros y que nace sin subvención estatal.

En el interior, los vestidos flotan desde palos de andamio y giran en círculo iluminados por pequeños focos dispuestos como las varillas de un paraguas. "Este país produce muy buenos diseñadores, pero luego no reconoce su labor", dice Rhodes.

La moda accedió a los museos décadas atrás, pero es en los últimos años cuando está perdiendo su aura de elitismo. Su morada habitual en Londres, el Victoria y Albert, organiza periódicas exposiciones dedicadas a colectivos de diseñadores, a la moda callejera o, entre sus últimas propuestas, a Gianni Versace. La popularidad de estas muestras ha llevado incluso a la Royal Academy a alejarse temporalmente de las bellas artes con una retrospectiva de Armani que se inaugurará en otoño.

Rhodes quiere promover la moda como un arte "accesible" y establecer un vínculo práctico entre las escuelas de arte y la industria del textil. Su museo nace con una colección de 6.000 piezas -la mayoría de su propia cosecha-, que están siendo digitalizadas para agilizar su consulta en la sala educativa del centro.

La diseñadora Zandra Rhodes.
La diseñadora Zandra Rhodes.REUTERS
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