Sharon ofrece a Siria una negociación sin condiciones sobre los Altos del Golán
El primer ministro israelí quiere que Damasco renuncie a su exigencia previa de retirada
Ariel Sharon ha anunciado que está dispuesto a negociar un acuerdo de paz con Siria y a reanudar el diálogo interrumpido hace tres años bajo el mandato laborista. El primer ministro israelí ha lanzado este inesperado mensaje de buena voluntad hacia Damasco 24 horas antes de que llegara a la zona el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, que impulsa el plan de pacificación, la llamada Hoja de Ruta, diseñado por la Casa Blanca. "Estoy dispuesto a establecer negociaciones con cualquier nación árabe, incluida Siria, pero sin condiciones previas", dijo.
Sharon realizó estas declaraciones en el transcurso de una entrevista difundida por la televisión israelí el jueves por la noche, a la hora de mayor audiencia. El primer ministro recalcó que quería empezar a hablar con los sirios a partir de cero, sin tener en cuenta las concesiones que el primer ministro laborista Ehud Barak hizo al régimen de Damasco en las negociaciones que se iniciaron en 1999 y que colocaron a Israel y a Siria a las puertas de un acuerdo definitivo de paz, similar a los firmados previamente con Egipto y Jordania. Estas negociaciones quedaron definitivamente bloqueadas tras unas reuniones a alto nivel celebradas en Ginebra en el mes de enero del año 2000.
"Nos ponemos de acuerdo y nos sentamos a los lados de una misma mesa. Los sirios desde luego tendrán sus demandas. Nosotros tendremos las nuestras. Se negocia y se decide", recalcó Ariel Sharon, dando a entender que el diálogo entre israelíes y sirios dependía únicamente de una cuestión mecánica.
Respuesta clara
En medios políticos israelíes se asegura que la oferta de Sharon es una respuesta clara y abierta a tres mensajes que el presidente sirio, Bachar el Assad, dirigió a los judíos, pocos días antes de que se iniciara la segunda guerra del Golfo, en los que pidió insistentemente, a través de un mediador, la vuelta a la mesa de negociaciones. El mensaje de los sirios incluía, sin embargo, una condición previa, inaceptable para los israelíes y que se refiere a que el Ejército se retirara de los Altos del Golán, una llanura estratégica de 1.200 kilómetros cuadrados, situada entre Damasco y el lago Tiberiades.
Esta zona fue conquistada por las tropas hebreas en 1967 y hoy viven allí unos 17.000 drusos, de obediencia siria, y unos 17.000 colonos repartidos en 18 asentamientos.
Observadores diplomáticos afirmaban ayer que el gesto de Sharon hacia Siria constituye una "operación de propaganda", efectuada en un momento delicado, que aprovecha la llegada a la zona del secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, que durante dos días permanecerá en Israel y Palestina para impulsar la puesta en marcha del plan de pacificación, la Hoja de Ruta. Hace menos de una semana Powell efectuó una visita similar a Siria, donde se entrevistó con Bachar el Assad y le exigió un cambio radical en su política exterior y un apoyo incondicional a los planes de pacificación diseñados por la Casa Blanca, lo que incluye un acercamiento a Israel.
Mientras se suceden los gestos diplomáticos en la zona, sigue la tensión en los territorios palestinos. Los grupos radicales de Gaza lanzaron ayer seis misiles Kassam de fabricación casera contra la ciudad israelí de Sderot, al otro lado de la línea verde, que hirieron en la cabeza a una niña de 10 años y a una mujer.
El lanzamiento de estos misiles se considera la respuesta de los radicales a la muerte de tres militantes dirigentes de Hamás, abatidos en operaciones "selectivas".
El secretario general del grupo chií libanés Hezbolá, Hasan Nasrala, calificó ayer de "rendición" aceptar el plan de paz para palestinos e israelíes denominado Hoja de Ruta e instó a los musulmanes del mundo a "continuar su resistencia a la hegemonía norteamericana". "La Hoja de Ruta", añadió el dirigente chií, "sólo persigue que los palestinos depongan las armas y así proteger la seguridad de los colonos israelíes".
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