Rajoy acusa al PNV de anteponer las víctimas de Franco a las de ETA

El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, acusó ayer al PNV de estar más preocupado de las víctimas del bombardeo de Gernika, ordenado por Franco hace 66 años, que de las de ETA. "Es un problema de prioridades", dijo Rajoy antes de subrayar que la suya es acabar con ETA e impedir que mate. El diputado Iñaki Anasagasti había preguntado por el incumplimiento de la resolución que el Congreso aprobó en 1999 para que se reconociera la responsabilidad del Gobierno español de 1937 en el bombardeo.

Anasagasti quería saber qué razones tenía el Ejecutivo para no haber cumplido esa resolución de junio de 1999 y también cuándo la iba a poner en práctica. Pero el diputado dejó caer durante la sesión de control del Congreso que el Gobierno estaba más preocupado por un tipo de víctimas, las de ETA, que de las "barbaridades que se cometieron durante la guerra civil y la dictadura".

Pero Rajoy prácticamente ni mencionó el bombardeo, ni Gernika ni la guerra civil. "Nosotros tenemos otras prioridades que espero que comparta usted", señaló el vicepresidente. "Las nuestras son que se respete el marco constitucional, el Estado de derecho y que se acaten las decisiones judiciales; que la democracia llegue hasta los últimos pueblos, que nadie tenga que irse del lugar en que ha elegido vivir y que todos los demócratas puedan votar y salir libremente a la calle sin ser insultado; éstas son nuestras prioridades", sentenció.

Anasagasti se mostró "completamente de acuerdo" con lo dicho por el vicepresidente, pero insistió en preguntar el porqué de que no se hubiera concretado la resolución. "Ayer Aznar dijo que había que acordarse de las víctimas, y desde hace 66 años las del bombardeo de Gernika reclaman justicia en un grito unánime", añadió. El problema, según el diputado nacionalista vasco, es que el reconocimiento de culpabilidad del Gobierno español de entonces en la masacre perpetrada por la aviación nazi "aún no se ha cumplido". A su juicio, todo obedece a que el Gobierno "no quiere que se recuerden estas cosas". "ETA nació durante la dictadura de Franco, al que algunos de sus correligionarios apoyaron, y ahora queremos que se acabe esa dictadura", concluyó Anasagasti.

"¿Qué va a ser de nosotros?"

Rajoy, como si no lo hubiera escuchado, insistió en que todo era cuestión de prioridades, sobre todo para los ciudadanos, "que están más preocupados por lo que está ocurriendo en este momento o puede pasar en el futuro". En su línea, señaló que el Gobierno ha recabado el apoyo del PNV a las víctimas de ETA "y ustedes no lo han dado; su primera prioridad debería ser que no haya más víctimas" y que se consiga la normalidad democrática en Euskadi.

Justo antes, Rajoy mantuvo un curioso debate con Felipe Alcaraz, de IU, después de que éste preguntara: "Si el Gobierno, en función de la campaña [electoral], abandona sus funciones y deberes, ¿qué va a ser de nosotros?". "Pues lo mismo que de nosotros, señor Alcaraz, cuando usted y el señor [Gaspar] Llamazares abandonen sus responsabilidades como consecuencia de la campaña", contestó Rajoy.

Alcaraz dijo que lo preguntaba porque sentía que España estaba "gubernamentalmente descabezada", con José María Aznar recorriendo el territorio "como un loco dando un mitin diario", utilizando una "semántica legionaria" que le ha convertido en "un pancartófobo". Y en este tono pidió a Rajoy que le diera un listado con los temas de los que puede hablar la oposición, "ya que del Prestige y de la guerra no se puede".

Tras estos juegos florales, llegó la cascada de 21 preguntas al Gobierno, algunas de ellas sobre la vivienda. Ahí aprovechó Francisco Álvarez-Cascos, ministro de Fomento, para asegurar que los jóvenes tienen ahora más facilidades para comprar un piso, "con un paro juvenil del 23,48% y unos tipos de interés en el 3,98%", que en 1995, "con unos tipos de interés del 11% y un paro juvenil del 45%". Eso sí, Fomento acaba de reconocer en una respuesta parlamentaria al diputado socialista Miguel Ángel Heredia que en 1996 un piso de 90 metros cuadrados costaba 60.669 euros y el año pasado es mismo piso costaba 109.883,7 euros.