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Los sindicatos equiparan los recortes de Schröder con la etapa del nazismo

Los líderes sindicales critican las reformas del Estado de bienestar del canciller alemán

Los dirigentes sindicales alemanes han iniciado una escalada verbal contra el plan de recortes sociales del Gobierno de socialdemócratas (SPD) y Los Verdes, que encabeza el canciller federal, Gerhard Schröder. El presidente de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB), Michael Sommer, y el futuro jefe del poderoso sindicato IG Metall, Jürgen Peters, han establecido paralelismos entre lo que califican de "desmantelamiento del Estado de bienestar" y los ataques de la derecha contra los sindicatos que vivió Alemania en los años treinta, en los inicios del nazismo.

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Al mismo tiempo, Schröder defiende con uñas y dientes su plan de reformas Agenda 2010 en varios frentes: contra la oposición de democristianos (CDU/CSU) y liberales (FDP), contra los sindicatos y contra sectores de su partido, en especial contra 12 diputados críticos del SPD.

Schröder tiene previsto hoy un desayuno en la cancillería en Berlín con Sommer. Se trata de un intento de limar asperezas y acercar posiciones con el presidente de los sindicatos tras el recibimiento con abucheos y pitada que los sindicalistas dispensaron a Schröder en los actos del pasado Primero de Mayo. En esos actos, y en presencia del canciller, Sommer llegó a establecer paralelismos entre la situación actual de ataques contra los sindicatos y la persecución sufrida en los tiempos del nazismo. Media hora antes del acto central de la DGB en Francfort, al que asistieron Sommer y Schröder, el futuro presidente del IG Metall, Peters, que lleva camino de convertirse en la bestia negra del Gobierno y de la patronal, se extendía en el mitin de Hannover en las comparaciones entre el actual "desmantelamiento social" y los ataques contra los sindicatos y lo ocurrido hace 70 años. El 2 de mayo de 1933 los nazis, recién llegados al poder, empezaron a mandar a los sindicalistas a campos de concentración.

La comparación no fue producto de la emoción del mitin del Primero de Mayo. Un día después de los mítines de la fiesta de los trabajadores, Sommer insistió en la sede de la DGB de Berlín en la comparación con los años treinta: "Hay paralelismos históricos en los que los poderosos intentan transformar las estructuras del Estado social". Según Sommer, la discusión abierta ahora en Alemania recuerda aquellos tiempos. El dirigente sindical citó frases de un dirigente empresarial que en 1931 recomendaba centrarse en la lucha contra los sindicatos. Según Sommer, la situación actual se asemeja y, al igual que entonces, ya ha empezado la lucha de los empresarios contra la autonomía en la negociación de los convenios colectivos. Sommer advirtió contra los riesgos de sacudir los principios básicos de la democracia y dijo que los sindicatos se opondrán a todos los que lo intenten.

Las relaciones entre el SPD, más en concreto el Gobierno y el canciller Schröder, se encuentran deterioradas por los planes de recortes sociales previstos en la llamada Agenda 2010. Schröder defiende su proyecto con el argumento de que la modernización y puesta al día de Alemania exige esos recortes. Los sindicatos y los sectores más tradicionales del SPD consideran las reformas de Schröder como la expresión del peor de los neoliberalismos y preconizan una política económica neokeynesiana que fomente la demanda con inversión pública y sin disminuir el poder adquisitivo de los trabajadores.

La lucha está abierta y Schröder tiene varios frentes. La oposición cree que los planes de reforma se quedan cortos. Los sindicatos no están dispuestos a tragarse el sapo y una docena de diputados del SPD, a los que ya han puesto el mote de los 12 apóstoles, se opone a los planes del Gobierno.

El canciller alemán, Gerhard Schröder, en el Bundestag, el pasado 14 de marzo.
El canciller alemán, Gerhard Schröder, en el Bundestag, el pasado 14 de marzo.REUTERS

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