El edificio virtual

El caserío Igartubeiti es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura tradicional en madera de los siglos XVI y XVII, fiel reflejo de la Edad de Oro del caserío vasco. Está situado en Ezkio-Itsaso, entre Zumarraga y Beasain. Desde agosto de 2001, reabierto como museo tras una costosa rehabilitación del edificio, la Diputación organiza visitas guiadas para contemplar su riqueza arquitectónica y cultural. Hoy conserva aún la mayor parte de la estructura de madera del interior (la pieza más valiosa del inmueble), las paredes exteriores de mampostería y un lagar de viga con cinco siglos de existencia, aún en funcionamiento. "Es uno de los inmuebles más interesantes de Guipúzcoa", asegura el diputado de Cultura, Luis María Bandrés.

El encanto patrimonial de Igartubeiti traspasa ahora sus paredes. La empresa Vicomtech ha conseguido realizar una "reproducción virtual, pero exhaustiva del caserío" que permite visitarlo con unas simples gafas. Igartubeiti se ha desdoblado en una realidad virtual gracias a las tecnologías multimedia. Los efectos que consiguen estas aplicaciones informáticas, utilizadas principalmente para programas de ocio y entretenimiento, han sido trasladados al terreno cultural, explica Julián Flores, responsable de Vicomtech. "Es una forma de incentivar la visita in situ al caserío; en ningún caso deberá sustituirla", añade. El sistema de proyección estereoscópica ofrece una imagen en tres dimensiones que permite recorrer todas las dependencias de un caserío modélico por su valor histórico.

Los autores del programa interactivo han creado un personaje basado en un antiguo habitante de la casa al que han bautizado como Kattalin de Kortabarria. Kattalin es la guía de la visita y explica durante el itinerario doméstico las características de la cocina, la cuadra, las habitaciones o el desván del edificio. El visitante se adentra por todos los rincones de un caserío de dos grandes plantas que todavía conserva mobiliario y útiles de la época, como arcones, camas, una sencilla vajilla y los aperos de labranza.

Comprado por la Diputación de Guipúzcoa a comienzos de los 90, el caserío es actualmente uno de los reclamos histórico-culturales de la provincia. Su visita permite la inmersión en los hábitos de vida y de trabajo en los caseríos de la época. Bandrés explicó ayer que las herramientas tecnológicas han logrado reflejar con "un alto grado de fidelidad los usos y costumbres de nuestros antepasados".

La reproducción virtual de Igartubeiti se podrá observar en el Palacio de la Diputación, en San Sebastián, hasta el 18 de mayo. Después se instalará en otros municipios de la provincia, hasta su ubicación definitiva en el centro de interpretación que la entidad foral está construyendo junto al caserío.

Además de la visita interactiva, en la que han intervenido técnicos de patrimonio, historiadores, guionistas y traductores, el Departamento de Cultura abrirá en breve una página en Internet que también mostrará el caserío en tres dimensiones. Pretende ser otro gancho para acudir a este inmueble del siglo XVI situado en Ezkio-Itsaso.