Los cavernícolas
Hace cincuenta años del descubrimiento de la estructura del ADN: tiempo de progresos espléndidos que hubieran sido mucho mejores si desde la caverna no se disparase en contra. Los cavernícolas: "Partidarios de instituciones de tiempos pasados". Estos que ahora vemos gobernar precisamente el trozo de mundo donde se produce esta evolución tienen lo que llamamos supersticiones que son algo más: todo lo mágico tiene detrás un codicioso. Los cavernícolas parten de la idea de que el hombre es obra de Dios y de él emana todo poder; el reparto de la riqueza responde a un orden "natural". La palabra natural es tan peligrosa en la derecha como una piedra en manos de un tonto. Lo que más les preocupa es la insurrección de los hambrientos, y la resuelven matándoles. De esta inmanencia derivaron las religiones, los ejércitos, y a veces la filosofía. Como el séptimo día su dios vio lo que había hecho y encontró que era bueno -no tenía autocrítica- , no es posible mejorarla.
Hay pueblos con religiones de caverna donde consideran que la esquizofrenia es una santidad: son mejores que éstos, y respetan al loco. En éstos no se permite que la investigación y la aplicación de lo descubierto pueda evitarla, ni la hepatitis o la diabetes. Les da horror, también, la clonación: no hay más que la que ellos producen, como, por ejemplo, los marines. Lucharon contra los colectivismos del siglo pasado porque suprimían el individuo; y fabrican una democracia de seres empobrecidos mentalmente, convencidos de que tienen una urna uterina de donde nacen Bush o Aznar. En Argentina están luchando al pie de la urna, y se acuchillan, insultan y denuncian, mientras la gente muere de hambre. En Irak meten en la cárcel a los gobernantes del régimen anterior, pero un general vencedor va a nombrar a los nuevos gobernantes que administrarán el petróleo y fundarán una democracia a la americana.
O a la española, aunque las diferencian dos cosas básicas: la potencia de las armas y la credulidad del ciudadano. En aquélla, la clonación sin más laboratorio que la escuela, el ejército y la iglesia, ha dado más resultado que aquí, donde todavía protestamos contra la guerra que se hace ¡contra otros! Me voy a la deformación profesional de la actualidad: la permanencia es que los cavernícolas mandan que nada cambie, porque es Creación. ¡Sí, sí, tontos!
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