EE UU interroga a Tarek Aziz sobre el paradero de Sadam Husein y de sus armas
Detenido en la frontera con Siria un antiguo responsable de los servicios secretos iraquíes
La entrega a las tropas de EE UU del viceprimer ministro de Sadam Husein Tarek Aziz, de 67 años, ha sido acogida con indiferencia por muchos bagdadíes, más preocupados porque una nueva Administración se encargue de restablecer los servicios básicos de electricidad y agua corriente. Fuentes militares norteamericanas confirmaron que la entrega de Aziz se produjo durante la madrugada de ayer y que, "con mucha probabilidad", ya había sido trasladado fuera del país. Tarek Aziz estaba siendo interrogado ayer por funcionarios estadounidenses con la esperanza de que revelase pistas sobre el paradero de Sadam y de las armas de destrucción masiva.
Washington acusa a Faruk Hijazi de planear el atentado contra el padre de Bush en 1993
Con Aziz son ya 12 los detenidos que figuran en la baraja de los hombres más buscados elaborada por el Pentágono. Otro que figura en la lista, Alí Hasán al Majad, primo de Sadam y conocido como Alí el Químico, murió durante los bombardeos de la coalición anglo-estadounidense sobre Basora.
En el barrio de Adahamiya, feudo de los partidarios de Sadam, había quienes no comprendían la detención de Aziz. "Es un hombre pacífico que no ha ejecutado a nadie, lo que tiene que hacer EE UU es juzgar a Sharón", exclamaba gesticulando Hamed, de 58 años, quien añadía: "España también nos ha atacado". Uno de sus vecinos de tertulia, Taha Aziz, de 60 años, rebatía el argumento y aseguraba que la gente está muy contenta por la caída de una de las principales figuras del régimen de Sadam. Las personas algo más jóvenes no querían ni entrar en el tema. "La gente no tiene sueldos y no sabe cuál será su destino. El deber de EE UU es pagar a los jubilados y a los funcionarios", comentaba Amani, de 38 años.
En el palacete donde residía la familia Aziz hasta la toma de Bagdad, ayer eran visibles en la puerta tres milicianos armados con fusiles Kaláshnikov pertenecientes al Frente de Liberación Chií, que se ha apropiado del edificio. Mientras, en el inmueble adyacente, al parecer una sede de la policía política de Sadam, la mujabarat, soldados estadounidenses realizaban una intensa operación de registro de la que no quisieron dar detalles.
La entrega de Aziz en la propia capital iraquí ha contribuido a disparar aún más, si cabe, los rumores sobre el paradero del resto del los responsables del régimen. Los hay que juran haber visto al ministro de Información iraquí, Mohamed al Sajaf, vestido de mujer y escondido en una casa del barrio. Otros señalaron que numerosos carros de combate controlaban anoche la zona de la capital en la que fue encontrado Aziz.
Las fuerzas estadounidenses anunciaban ayer la detención en las cercanías de la frontera con Siria de Faruk Hijazi, un antiguo responsable de los servicios secretos de Irak, que no figura en la lista de los más buscados por EE UU. Hijazi está acusado por los estadounidenses de organizar un plan en 1993 para asesinar al entonces presidente de EE UU, George Bush, padre del actual mandatario estadounidense, durante una visita que éste realizó a Kuwait. Hizaji fue posteriormente embajador de Irak en Túnez y Turquía.
Por su parte, el administrador designado por Estados Unidos para Irak, Jay Garner, sigue tratando de pegar los trozos rotos en los que se ha convertido la oposición iraquí para poner en pie un Gobierno, al menos provisional, para Irak. El último revés lo sufrió ayer cuando Abdel Aziz Hakim, considerado el número dos de la Asamblea de la Revolución Islámica para Irak, de tendencia chií, se presentó en Bagdad y rechazó cualquier propuesta del administrador de EE UU por considerarla como "una imposición" a los iraquíes.
Aziz Hakim abogó por un Gobierno de unidad nacional. El ex general, ajeno a estas amenazas, reiteró ayer que la semana próxima estarán funcionando ya los ministerios y la Administración civil. En rueda de prensa celebrada en Bagdad, los estadounidenses anunciaron que se ha reanudado el suministro de petróleo y gas a las refinerías "estrictamente para abastecer las necesidades de la población iraquí". Esta reactivación de las refinerías se ha realizado en todo el país.
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