Marcando estilo

Si a finales de los ochenta Bodegas Bretón sorprendió al mundo del vino con su Dominio de Conte, que marcó una tradición aún hoy vigente, los responsables de la bodega no se han dormido en los laureles. A mediados de los noventa nos volvieron a sorprender con su Alba de Bretón, un vino moderno y actual que marca los parámetros de los vinos de alta expresión, con cuerpo y estructura. El fondo mineral del caldo se amplía con sus intensos aromas balsámicos y la madera, como es norma en todos los vinos de la casa, ocupa su lugar sin convertirse en protagonista.

Siguiendo con este espíritu vanguardista, en las próximos semanas verá la luz su más reciente creación, Pagos del Camino. Es un mosto varietal elaborado con garnacha vieja de capa alta y concentrado, con sus aromas de frutas con hueso y notas cítricas y torrefactos. Un vino fresco con un carácter muy mediterráneo, que tantos adeptos cautiva en esta nueva década. Pagos del Camino volverá a marcar estilo.

La bodega elabora también su gama clásica de vinos riojanos, desde su crianza más popular a un reserva donde el tempranillo es tratado con pulcritud en su elaboración y en su reposo en barricas. Por su parte, su gran reserva es un homenaje a los grandes de Rioja, vinos elaborados sólo en añadas excepcionales y donde los aromas de cuero, regaliz y tabaco le dan ligereza y profundidad a una acidez contrastada, que le permite una buena longevidad.

Las gentes de Bodegas Bretón saben que este es el camino que deben seguir, sin descuidar el día a día siempre investigando y elaborando de forma acorde con los gustos del consumidor. Desde sus nuevas instalaciones de Navarrete, recientemente estrenadas y equipadas con la mejor tecnología, su equipo de enólogos se esfuerza por controlar las uvas en sus propios viñedos, que es donde empieza la calidad de sus futuros vinos.