Cae el ministro de Finanzas de Sadam Husein

Estados Unidos ha puesto otra cruz en la lista de los 55 iraquíes más buscados. La policía del dictador depuesto, recién reciclada para servir a la nueva Administración que Washington trata de poner en pie, detuvo el viernes al ex viceprimer ministro y titular de Finanzas, Hikmat Mizban Ibrahim al Azzawi, según anunció ayer el mando general de las fuerzas norteamericanas en Doha. Con su detención, son ya cinco los altos cargos del régimen de Sadam Husein que se hallan en manos de la ocupación. Además, un destacado miembro del grupo terrorista palestino Abu Nidal se entregó ayer a los soldados estadounidenses que patrullan Bagdad.

No está claro cuál era el verdadero peso de Hikmat Azzawi en la estructura de poder baazista, ya que no se trataba de una de las caras más conocidas del régimen. No obstante, fuentes militares estadounidenses afirman que podría aportar importante información sobre los fondos secretos del régimen. La fortuna que Sadam habría amasado en sus largos años de Gobierno se calcula en 24.000 millones de dólares, y buena parte de ella podría estar en cuentas en el extranjero. El nombre de Hikmat Azzawi figuraba en el número 45 de la lista de responsables iraquíes que EE UU quiere poner entre rejas.

La precisión del portavoz militar sobre que su captura fue obra de la policía iraquí parece un gesto destinado a tranquilizar a una población cada día más preocupada por la violación a su soberanía que supone la presencia de un ejército extranjero en su país.

Convicción generalizada

Más significativo parece el detalle de que la detención se haya producido, como en el caso de Barsá al Takriti, uno de los hermanastros de Sadam, en la propia Bagdad. Eso sustenta la convicción, bastante generalizada entre la élite iraquí, de que ni el dictador ni sus hombres de confianza han abandonado la capital, a pesar de todos los rumores y especulaciones sobre que hubieran tratado de huir a Siria o de pedir asilo político en Rusia.

También apoyan esta hipótesis las imágenes que la cadena Abu Dhabi Television difundió el viernes por la noche. La grabación mostraba a Sadam Husein aclamado por entre 200 y 300 personas en las calles de Bagdad, y según la emisora se había realizado el martes día 9 por la mañana. De confirmarse ese dato, la cinta probaría que el ex presidente iraquí sobrevivió al ataque con cuatro bombas antibúnker (de una tonelada cada una) que la aviación británico-estadounidense realizó el día anterior contra una casa donde supuestamente se encontraba, en el barrio de Mansur, al oeste de la capital.

Tal posibilidad coincide con los testimonios recabados por esta enviada en el barrio de Adhamiya y sus alrededores el miércoles 10 de abril. Varios testigos aseguraron haber visto llegar a Sadam en la tarde del día 9 conduciendo su propio coche. De acuerdo con su relato, el ya ex presidente les pidió que siguieran luchando.

Algunos vecinos de ese feudo suní le vieron por última vez durante las primeras plegarias del miércoles día 10, hacia las cinco de la mañana, en la mezquita de Abu Hanifa. Unas horas después, las tropas estadounidenses asediaron ese templo donde un grupo de fedayin les opuso una feroz resistencia. Cuando los carros de combate se retiraron pasadas las cinco de la tarde, la mezquita, un destacado lugar de peregrinación suní, había quedado destrozada y el malestar de los vecinos era palpable. No se encontró rastro de Sadam.

Por otra parte, un miembro del grupo terrorista palestino de Abu Nidal, Jala Jáder Al Sahat, se entregó ayer a los soldados estadounidenses de la 1ª División que patrullan la ciudad de Bagdad, según fuentes militares. Su entrega se produce apenas tres días después de que se conociera la detención del también palestino Abu Abbas, responsable del Frente de Liberación de Palestina (FLP), que en 1986 secuestró el crucero Achille Lauro.

El grupo de Abu Nidal, que se encuentra en la lista de las organizaciones terroristas confeccionada por el Departamento de Estado norteamericano, es responsable de numerosos atentados particularmente sangrientos ocurridos en Europa entre 1970 y 1985.

Abu Nidal, por su parte, fue encontrado muerto en su domicilio de la capital iraquí en agosto de 2002. Las autoridades de Bagdad afirmaron en ese momento que el dirigente palestino se había suicidado. Sin embargo, las extrañas circunstancias que rodearon su muerte hicieron pensar que se trataba de un gesto de Sadam Husein para evitar que Estados Unidos le relacionara con el terrorismo internacional.