Medio Ambiente y la Junta acuerdan un plan para salvar el lince

La ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, y la consejera de Medio Ambiente andaluza, Fuensanta Coves, acordaron cerrar antes de 15 días un convenio sobre la cría en cautividad del lince. El acuerdo desbloquea un largo contencioso entre ambas administraciones por el reparto de competencias para salvar a este felino en peligro de extinción. El ministerio aportará 3,6 millones de euros, y la Junta de Andalucía proporcionará los ejemplares para intentar su cría en cautividad en el Acebuche, dentro del Parque Nacional de Doñana.

La razón que explicaba hasta ahora el fracaso del plan de cría en cautividad del lince ibérico en los últimos dos años es la falta de ejemplares. Desde que en febrero de 2001 se aprobó en la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza, donde están representadas la Administración estatal y las autonómicas, el único macho con opciones de participar en el programa fue un ejemplar ciego, Fermín, que falleció de tuberculosis antes de compartir algo con las cuatro hembras seleccionadas para perpetuar a la especie en cautividad.

El plan de cría establece un mínimo de 12 ejemplares "fundadores" -cinco machos y siete hembras- para arrancar la reproducción en cautividad a la que se definía, ya entonces, como "un seguro de vida frente a la posible extinción de la especie". Sólo las zonas de Doñana y la Sierra de Andújar, ambas en Andalucía, cuentan con poblaciones de entidad para suministrar ejemplares para la cría, lo que otorga un protagonismo especial a la Junta andaluza a la hora de capturar animales. Los enfrentamientos entre las dos administraciones, una en manos del PP y otra del PSOE, no han ayudado a despejar de obstáculos el camino hacia la cría en cautividad. Sin embargo, de concretarse lo acordado ayer en Madrid entre la ministra Elvira Rodríguez y la consejera andaluza Fuensanta Coves la cría en cautividad podría estar más segura, aunque los científicos advierten de que es una herramienta más en la conservación del felino y no la panacea.

Hasta ayer el objetivo mínimo de contar con 12 animales fundadores seguía tan lejano como hace dos años. En las instalaciones del Acebuche, en el Parque Nacional de Doñana, sólo permanecen cuatro hembras (Esperanza, Saliega, Morena y Aurea) preparadas para su utilización en el programa, aunque no todas en condiciones idóneas: Morena tiene 13 años. Tras la muerte de Fermín, el nuevo macho susceptible de utilizarse en la cría en cautividad es un ejemplar, capturado el pasado 18 de marzo tras una pelea, que permanece en el centro de recuperación de Los Villares, en Córdoba.

Jesús Cobo, responsable de especies de la organización WWF/Adena, cree que el saldo de ejemplares apartado para la cría es "muy poco", atendiendo al conocimiento existente sobre el comportamiento del felino. El ecologista recuerda que en el 90% de las camadas con más de dos crías sólo sobreviven las dos mayores y que el 80% de los linces en dispersión en Doñana mueren atropellados.

En las conclusiones de los expertos reunidos en el Seminario Internacional sobre el Lince Ibérico en Andújar (Jaén) en octubre de 2002 se hacía hincapié en la necesidad de acometer "de forma inmediata" las capturas de ejemplares de cachorros poco viables y de ejemplares jóvenes en dispersión para aprovechar la época de celo.

"Está claro que las administraciones no han hecho los deberes", censura Jesús Cobo, que responsabiliza por igual al Ministerio de Medio Ambiente y a la Junta de Andalucía del nulo avance del programa en dos años. "No sabemos si por falta de interés o por confrontación", puntualiza. Más de 6.500 internautas se han sumado desde el viernes a la campaña de la organización para enviar cartas a José María Aznar y al presidente andaluz Manuel Chaves para pedir que se ponga en marcha el plan de cría.