La 50ª Bienal de Venecia explorará los 'sueños y conflictos' del arte

La próxima Bienal de Venecia, que se inaugurará el 14 de junio y estará abierta hasta el 2 de noviembre, será una de las más grandes en cuanto a volumen de su historia. Se ha superado el récord de participaciones de países, con 64 pabellones nacionales entre los cuales se incluye por primera vez a China e Irán, y en lugar de una sola muestra internacional habrá once, que en conjunto presentarán el trabajo de unos 380 artistas, casi doscientos más que en la pasada edición.

"Será una exposición de exposiciones", explica Francesco Bonami, director de esta edición, que tiene un presupuesto de 6,2 millones de euros. "El mundo es muy grande y creo que no es posible que un solo comisario pueda construir una gran exposición como la bienal a partir de una visión única y un pensamiento único. Vivimos la contradicción entre un mundo global y una realidad construida a partir de las diferencias", añadió Bonami en Barcelona, en donde el jueves presentó en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona esta bienal (www.labiennale.org), que tiene como lema Sueños y conflictos. La dictadura del espectador.

Estética y documento

Bonami confesó que el título se refería a la situación del arte, aunque la guerra de Irak, a la que como todas las guerras califica de "inútil", hace que pueda asociarse a la actualidad. "Mi intención era evaluar las grandes exposiciones de arte", comentó. "Pensaba que hoy no puede hacerse una exposicion que sea sólo sueño, arte, ejercicio estético, pero tampoco es posible hacer una exposición que sea puramente documental. En este sentido, el lema pretende mostrar este encuentro entre el sueño estético y el conflicto del documento". Otro elemento que le interesaba es remarcar el papel del espectador de las exposiciones de arte que, en su opinión, se ha diluido en los últimos tiempos. "El arte tiene que tener su propia especificidad, como la tiene el teatro o el cine. Se trata de que el espectador atraviese un umbral que le haga consciente de su papel", explicó Bonami, que considera que una cosa es que el museo tenga que estar al servicio del público y otra que el público imponga sus gustos al estilo de la audiencia televisiva.

"El espectador podrá elegir entre las diferentes muestras, que serán diversas y a veces contradictorias, para hacerse su propio recorrido". Para facilitar esta visita, Bonami indicó que, al contrario de lo que ha ocurrido en otras grandes muestras, en la bienal no habrá vídeos o películas de larga duración. "Es una decisión práctica porque el formato de la exposición no permite grandes metrajes. Los vídeos deberán poder ser vistos o entendidos en pocos minutos".

Bonami, que es conservador jefe del Museo de Arte Contemporáneo de Chicago desde 1998, será el comisario de tres de las exposiciones -una dedicada a la evolución de la pintura desde 1964-, y para las otras ocho ha seleccionado a otros diez comisarios, entre los que figuran, por ejemplo, Catherine David, Gabriel Orozco, Hou Hanru, Igor Zabel, Carlos Basualdo o Rirkrit Tiravanija.