Un pirata aéreo cubano se entrega en Florida tras secuestrar un avión en su país

La aventura de un pirata aéreo, que el lunes por la noche secuestró un avión comercial con 46 personas a bordo cuando volaba entre la isla de Juventud y La Habana, terminó ayer por la tarde cuando, una vez desviado el aparato al aeropuerto de Cayo Hueso (Florida), se entregó a la policía norteamericana. De los 25 pasajeros y 6 tripulantes que seguían a bordo, 15 solicitaron asilo político en Estados Unidos, mientras que el resto regresó a su país. Se trata del segundo avión cubano desviado hacia el gran vecino del norte en las últimas dos semanas.

El secuestrador salió de la nave con un niño en los brazos y se rindió sin oponer resistencia, según la policía. El único pasajero que no era de nacionalidad cubana, un italiano, decidió quedarse en EE UU.

La nave fue escoltada por dos cazas F-15 de la fuerza aérea norteamericana y se mantuvo en contacto con los controladores aéreos durante los 50 minutos que duró el vuelo desde el aeropuerto José Martí de La Habana.

El secuestro se produjo la noche del lunes cuando un individuo armado con una granada de mano se hizo con el control de un avión Antonov 24 de fabricación soviética en el que viajaban 46 personas, incluyendo la tripulación. El pirata exigió que el aparato se dirigiese inmediatamente a Miami. Al no disponer de combustible suficiente para llegar a Estados Unidos, el piloto tuvo que efectuar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto José Martí de La Habana, donde permaneció 14 horas. Después de intensas negociaciones, 22 pasajeros fueron liberados y el avión partió hacia la localidad estadounidense de Cayo Hueso, en el extremo sur de Florida.

Las autoridades identificaron al secuestrador como el ciudadano cubano Adelmis Wilson González, residente en la Isla de la Juventud, quien viajaba acompañado de su esposa y un niño de ésta.

Según la versión oficial cubana, no hay constancia de que uno o varios de los pasajeros fuesen cómplices de Wilson, en cuyo domicilio fueron encontradas cuatro granadas sin explosivo.

Las autoridades cubanas indicaron que, durante el secuestro, Wilson, calificado como "un hombre virulento y con pésimos antecedentes penales", amenazó en varias ocasiones con volar la aeronave si no se cumplía su exigencia de que se suministrase el combustible necesario para que el avión pudiese llegar a Estados Unidos.

El pequeño Antonov 24 de la compañía Cubana de Aviación cubría la ruta entre Nueva Gerona (Isla de la Juventud) y La Habana cuando, a las 21.30 (las 3.30 de ayer en España), fue desviado de su rumbo.

El avión permaneció toda la noche en una de las pistas del aeropuerto José Martí, que fue cerrado al tráfico aéreo durante varias horas. Entre las 22 personas liberadas antes de que el avión despegase rumbo al Estado norteamericano de Florida había varias mujeres y niños.

El 19 de marzo pasado, seis cubanos armados con cuchillos secuestraron un avión DC-3 de la compañía Aerotaxi, que cubría la ruta Nueva Gerona-La Habana con 36 ocupantes, y lo desviaron también a Cayo Hueso. Nueve de los pasajeros pertenecían a la misma familia y estaban compinchados con los secuestradores.

El Gobierno cubano pidió a Estados Unidos que deportase a los autores del delito, algo que nunca ha hecho Washington en los 44 años de relaciones con el régimen de Fidel Castro. En esta ocasión, las autoridades estadounidenses dijeron que los secuestradores serían juzgados en su país. Han sido acusados por la Fiscalía Federal de conspiración y uso de la fuerza para hacerse con la nave y se enfrentan a la posibilidad de ser condenados a 20 años de prisión. Un funcionario cubano se mostraba ayer escéptico sobre la suerte que espera al último pirata. "Hasta ahora", señalaba, "siempre han puesto en libertad a los cubanos que secuestran un barco o un avión para llegar a EE UU, lo que supone un estímulo a este tipo de actividades terroristas. Vamos a ver qué pasa ahora", añadió el funcionario.

Un comunicado oficial del régimen de Fidel Castro, por su parte, responsabilizaba "por entero de lo que pudiese ocurrir" a Estados Unidos y sostenía que estos últimos sucesos son "fruto inmediato del aliento recibido por los secuestradores de aviones con la inconcebible conducta de las autoridades norteamericanas".

Desde 1959 hasta la fecha han sido secuestrados 54 aviones cubanos, la mayoría hacia Estados Unidos.