La oposición en bloque pide a Aznar en el Congreso que promueva el fin de la guerra

El Gobierno que preside José María Aznar tendría todo el apoyo de la oposición si cambiara de opinión y comenzara acciones para promover el fin de la guerra contra Irak. Éste es el compromiso que ayer lanzó el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Su grupo parlamentario y todos los demás de la oposición someterán hoy a votación en el Congreso una moción por la que se pide al presidente que "promueva en todos los ámbitos internacionales y, singularmente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el fin de la guerra". La oposición pide también "que vuelva" la flotilla española.

La moción pide que la flotilla "vuelva a España" si no está bajo Naciones Unidas

"Los iraquíes no reciben a los atacantes como liberadores, sino como invasores"

Nada está saliendo como se preveía en esta guerra contra Irak, por lo que, así las cosas, el presidente del Gobierno, José María Aznar, podría rectificar, desengancharse de la guerra y promover acciones internacionales para que terminen los ataques. Ésta es la opinión de José Luis Rodríguez Zapatero expresada tras reunirse cuatro horas con su ejecutiva federal. "Un paso atrás significaría un paso adelante por la paz", dijo Zapatero en alusión a Aznar.

El secretario general del PSOE dio muestras de que desea realmente facilitar al presidente del Ejecutivo esa rectificación. "Hoy tiene la oportunidad de hacerlo", dijo. Se refería a la nueva moción que el portavoz parlamentario socialista, Jesús Caldera, estaba negociando en esos momentos con el resto de los grupos de la oposición y que esta tarde el Grupo Parlamentario Popular tiene la oportunidad de votar.

El texto base fue acordado ayer, pero todavía durante esta mañana Caldera mantendrá otra conversación con los demás portavoces por si algún grupo quiere presentar alguna enmienda propia. El texto está en línea con los planteamientos de Izquierda Unida, CiU, CC, PNV y Grupo Mixto. La intención inicial de los nacionalistas catalanes es apoyar este documento sin presentar enmiendas ya que su contenido responde a las peticiones formuladas la pasada semana tanto por el portavoz parlamentario de CiU, Xavier Trias, como por el responsable de Exteriores, Ignasi Guardans.

"El Congreso insta al Gobierno a promover y apoyar en todos los ámbitos y foros internacionales, y especialmente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, las iniciativas que sean necesarias para poner fin de inmediato a la guerra iniciada con el ataque a Irak", señala el texto.

Odio y terrorismo

La oposición no quiere que las Fuerzas Armadas españolas participen en esta guerra con respaldo logístico. Ni dando apoyo a los objetivos bélicos, no autorizando el uso de las bases, territorio, mar o espacios aéreos, "ni tampoco permitiendo la realización de vuelos que puedan representar riesgo para la población española".

Las unidades navales enviadas a la zona sólo deberán actuar en el marco de Naciones Unidas o de la Unión Europea en la vertiente humanitaria que requiera la población iraquí. "En caso contrario, deberán volver inmediatamente a España", dice otro de los puntos de la moción. El texto dedica un apartado singular a los militares españoles. "El Congreso expresa su confianza en las profesionalidad de las Fuerzas Armadas y manifiesta su solidaridad con los militares que han sido enviados a la zona del conflicto y sus familias".

El análisis que hizo ayer Zapatero en su ejecutiva es acorde con un apartado de la moción. "Por desgracia, no nos hemos equivocado en nuestra predicción: hay ya muchas víctimas, mujeres, niños, soldados británicos, norteamericanos, iraquíes y, sobre todo, mucho odio". En la moción se dice que los ataques han provocado que la reacción de la población iraquí "no haya sido, como auguraban los atacantes, la de quienes reciben agradecidos a sus liberadores, sino la de quienes defienden su territorio de una invasión extranjera, lo que pone en cuestión la estrategia de los promotores del ataque". Este punto culmina con un mal augurio: "Se incrementan los riesgos de generar una espiral de odio que puede desembocar en la unidad de actuación de grupos terroristas y la proliferación de sus acciones".

La mayor parte de esta moción se dedica a proponer medidas inmediatas de ayuda a la población, a través de las agencias internacionales humanitarias.

Lo cierto es que el Gobierno ya tiene previstas estas ayudas. Las dificultades vienen por su canalización. Tampoco las previsiones de avalancha de refugiados o desplazados se están cumpliendo, al menos, de momento.

La ayuda humanitaria y la necesidad de que, en ningún caso Estados Unidos administre Irak tras la guerra, sino que sea Naciones Unidas quien lo haga, era de lo que Zapatero quería hablar. Por eso reiteró ayer que no va a hacer nada sobre las acusaciones del PP de que militantes socialistas han participado en actuaciones violentas contra sus sedes y dirigentes. "El PP tiene toda nuestra solidaridad. Condeno sin paliativos cualquier intimidación que pueda sufrir. Y a partir de ahí le digo que si conoce la existencia de un delito, que cumpla la ley y lo denuncie", dijo Zapatero. No habrá, pues, respuesta a la segunda carta del secretario general del PP, Javier Arenas, en la que éste denuncia más casos de agresiones con la supuesta intervención, sin especificar de qué manera, de socialistas.