La asignatura pendiente en lengua
Navarra fracasa en su intento de regular por ley la presencia del euskera en la universidad pública
La presencia del euskera en la educación superior seguirá siendo una asignatura pendiente en Navarra durante la próxima legislatura. El último intento parlamentario de regularla mediante una ley específica sobre la lingua navarrorum en la UPNA, la universidad pública de la comunidad foral, acaba de terminar con un rotundo fracaso que se suma a los múltiples y fallidos intentos de la propia comunidad universitaria para reglamentar esta espinosa cuestión a través de sucesivos planes de normalización que nunca han llegado a aplicarse.
Cuando la UPNA (10.000 alumnos; 18% de sus créditos en euskera) vio que era incapaz de redactar un plan de consenso, el Gobierno regionalista acudió en su ayuda con el propósito confesado de restringir el nivel de estudios en lengua vasca del que se había ido dotando el centro con los años y tramitar una ley específica para que las materias oficiales y con validez en todo el territorio nacional se impartieran exclusivamente en castellano.
Los socialistas recogieron el guante, pero transformaron la iniciativa en una ponencia parlamentaria con presencia de todos los partidos que se encargó de redactar el informe sobre la propuesta. Al final, ningún grupo apoyó el texto impulsado por el Ejecutivo de Miguel Sanz e incluso el PSN, que también considera que debe existir una ley específica por encima de los nuevos estatutos universitarios, se apartó del dictamen -que fue rechazado- incorporando al debate una opción -decaída- que ni UPN ni las formaciones nacionalistas aceptaron.
En definitiva, el Parlamento navarro ha sido incapaz de regular de qué forma deben ofertarse las enseñanzas universitarias en euskera. Mientras tanto, el claustro de la UPNA ha aprobado mayoritariamente sus nuevos estatutos, cuyo artículo 118 reconoce a todos los miembros de la comunidad universitaria "el derecho a conocer y utilizar ambas lenguas" y a impartir y recibir enseñanza en las mismas. Pero la regulación concreta queda, una vez más, a la espera de lo que decida una futura Comisión de Planificación Lingüística que deberá atender la demanda estudiantil y cuyos planes deberán contar con el visto bueno del Consejo Social. La ley foral del Vascuence seguirá siendo, de momento, el texto de referencia.
El Gobierno regionalista reconoció que el 19% del alumnado está "capacitado" para estudiar en euskera, aunque, según el Departamento de Educación, sólo el 15% de los matriculados ha pedido estudiar en esta lengua cooficial (1.550 alumnos). El 22% de los alumnos se examinaron de Selectividad el año pasado en vascuence.
UPN quería que la impartición de títulos oficiales en euskera fuese autorizada por una ley foral, previo informe favorable del Consejo Social de la universidad pública. Concedía a la comunidad universitaria, eso sí, la potestad de establecer las líneas de docencia en lengua vasca en los estudios que afectaran directamente a la propia lengua, en Magisterio, así como en las asignaturas de libre elección de la UPNA.
Los socialistas propusieron como referencia que hasta un 20% de las titulaciones oficiales del centro se impartieran también en lengua vasca sin necesidad de una ratificación legal. Ése es el porcentaje equiparable al número de alumnos bilingües matriculados en la universidad pública este curso, según fuentes socialistas. Dejando al margen Magisterio y la futura carrera de Filología Vasca, cuyo bilingüismo nadie pone en duda, cualquier titulación bilingüe debería responder, según la opinión del PSN, a una demanda social real.
Las demás formaciones, incluyendo los nacionalistas, no han visto con buenos ojos ninguna de las propuestas y demandan un "bilingüismo progresivo" acorde a la creciente reclamación de alumnos procedentes del modelo D que llegan a la educación superior (EA-PNV), un bilingüismo acorde a la demanda del alumnado (IU) o una universidad completamente bilingüe en todos sus estudios (Grupo Mixto).
'Ikastolas' alegales
Las cuatro ikastolas alegales de la zona sur de Navarra, la no vascófona según el peculiar mapa territorial de la ley del Vascuence, pasarán a recibir por ley una mayor subvención oficial.
Así lo ha aprobado el Parlamento de Pamplona con los votos de PSN, IU, EA-PNV, Batzarre y Grupo Mixto.
UPN criticó el cambio legal para las ikastolas Argia (Fontellas), Arangoiti (Lumbier), Erentzun (Viana) e Ibaialde (Lodosa). Según el Gobierno foral, ya en 2001 estos centros recibieron 3.551 euros de media por alumno frente a los 2.005 de los centros concertados de Infantil o los 2.257 euros de los concertados de Primaria. UPN asegura que con el sistema vigente, las ikastolas alegales navarras reciben una ayuda media por cada alumno de 2.120 euros.
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