"La Ley de Sanidad permanecerá cuando gobierne el PSOE"

Lleva desde julio de 2000 al frente de la Secretaría de Políticas Sociales y de Inmigración del PSOE. Para Consuelo Rumí, almeriense de 45 años, este periodo ha estado marcado por la crispación. Sin embargo, salva una de las áreas que lleva: la Sanidad. Desde la llegada de Ana Pastor al ministerio, Rumí ha pasado del enfrentamiento a un acuerdo para sacar adelante la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud que debate hoy el pleno del Congreso.

Pregunta. ¿Podría el PSOE gobernar con esta ley?

Respuesta. La Ley de Sanidad permanecerá cuando gobierne el PSOE. Precisamente el esfuerzo que hemos hecho y que trasladamos a la ministra es que esta ley tenía que tener perdurabilidad y que no tuviera que cambiar con un próximo gobierno. Si no, la cambiaríamos. No es la ley que hubiera hecho el PSOE, pero sí creo que hoy es la mejor ley que se puede hacer teniendo en cuenta que va a tener un gran respaldo de prácticamente todas las fuerzas parlamentarias. La ministra ha sabido aprovechar la oportunidad que el PSOE le ofreció. Ahora le falta tener la voluntad política para sacarla adelante.

"El Estatuto Marco no se puede demorar más. Instamos a la ministra a que lo agilice"

"Pedimos un 1% del presupuesto del Sistema Nacional de Salud para investigación"

P. ¿Tan buena es la ley?

R. La ley tenía que tener dos funciones importantes. Una, garantizar la viabilidad del sistema. Otra, crear un marco estable para que no hubiera que cambiarla cuando gobierne el Partido Socialista. Se ha hecho un esfuerzo para que fuera así, y lo quiero resaltar, porque la situación política en España actualmente es de mucha crispación, fomentada por el Gobierno, y yo diría que personalmente por el presidente Aznar. Creo que al margen de esas contingencias hemos sido capaces de salvaguardar un tema que era muy importante para los ciudadanos.

P. ¿Qué ha aportado el PSOE al proyecto?

R. Vamos a hacer un trío con lo más importante. Esta ley se denominó de Cohesión y de Calidad, y, precisamente, le faltaba a la ley el instrumento que le diera cohesión. Nosotros, propusimos introducir un fondo de cohesión que realizara políticas que aseguraran la cohesión sanitaria y la corrección de desigualdades.

La segunda gran incorporación que se hace es el fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud como sistema público. Había que blindar el sistema. Y esto, que parecía que no era ningún problema, no estaba incorporado a la ley. A todos nos obsesionaba que no hubiera una sanidad de dos velocidades. Lo hemos defendido siempre: el principio de igualdad en el acceso. Era una cuestión de principios, y era una cuestión que venía aparejada con la defensa que siempre ha hecho el Partido Socialista de la Sanidad.

La tercera gran modificación es la financiación de las prestaciones. En el texto no aparecía ningún compromiso del Gobierno al respecto. Era competencia y responsabilidad de las comunidades autónomas. Gracias a la tenacidad del Partido Socialista aparece recogida la garantía de la financiación de las nuevas prestaciones. Éste ha sido también el escollo más importante, puesto que hasta el último momento no se pudo salvar, y sin el acuerdo no hubiera sido posible el respaldo del Partido Socialista a esta ley. Yo creo que finalmente fue entendido así, y se buscó una fórmula que garantiza que el Estado también es responsable de la financiación.

P. ¿Y el Consejo Interterritorial?

R. He dicho las tres mejoras donde la aportación del Partido Socialista ha sido fundamental. En el tema del Consejo Interterritorial ha habido concurrencia con las demás fuerzas políticas. Creo que al final se ha conseguido que el Consejo Interterritorial sea de verdad un órgano de dirección de acuerdo con el nuevo escenario transferido de la Sanidad, donde las comunidades se van a sentir, cómodas, integradas y copartícipes.

P. ¿Qué le falta a la ley?

R. Le falta fundamentalmente abordar una política de calidad en el medicamento. Nosotros pedimos un plan estratégico quinquenal con el objetivo de conseguir un horizonte de estabilidad no sólo para el sistema, sino también porque es una reivindicación del sector. Además, proponíamos que este plan diese cuenta de su evolución al Consejo Interterritorial. Junto a ello, incorporábamos planes de formación, programas de educación sanitaria y planes de fomento de medicamentos genéricos.

P. ¿Y esto no lo puede hacer la Ley del Medicamento?

R. Eso es lo que en algún momento me trasladó la ministra. La ministra viene anunciando con cierta frecuencia medidas en torno al tema, pero se lo he dicho en distintas ocasiones y lo repito: no valen medidas coyunturales. Hay que hacer un plan integral del medicamento. No se puede atajar el aumento del gasto farmacéutico de forma aislada.

P. ¿Ello incluye romper el pacto con Farmaindustria?

R. Efectivamente, y de hecho creo que hoy mismo [por ayer] la ministra hablaba de que tenía que sentarse para reflexionar y reformar el acuerdo. Desde el Partido Socialista y las comunidades autonómicas donde gobiernan los socialistas venimos diciendo que aquel pacto se tendría que anular porque se hizo al margen de las comunidades y del Consejo Interterritorial.

P. ¿Qué otras enmiendas mantienen al proyecto?

R. Nosotros pedimos una financiación del 1% del presupuesto del Sistema Nacional de Salud para investigación. Otro tema son los nuevos problemas relacionados con la salud, todo el ámbito social vinculado también a la sanidad que nos hubiera gustado que fuese más explícito y todo más detallado.

P. ¿En qué va a notar el ciudadano las mejoras?

R. Son nuestro primer objetivo. Por eso hemos hecho este esfuerzo con respecto a esta ley, porque los ciudadanos no hubieran acogido bien una confrontación en un tema fundamental para ellos. En primer lugar, los ciudadanos van a tener igualdad en el acceso de los servicios. Además, se amplían sus derechos con la segunda opinión facultativa; se regulan unos tiempos máximos de espera y se apuesta por las habitaciones individuales.

P. ¿Y qué le falta a la Sanidad después de esta ley?

R. Primero, tengo que advertir de que queda poco tiempo. Lo que no entre en el Parlamento en fechas próximas no será visto en esta legislatura. Y queda pendiente el Estatuto Marco. Nosotros queríamos que en esta ley aparecieran unas garantías en el ámbito sindical y profesional y una serie de avances por modernizar y resolver el tema de los profesionales en formación, como los MIR. El Estatuto Marco no se puede demorar más. Desde luego, instamos al Gobierno y a la ministra a que lo agilicen para homogeneizar y mejorar las condiciones de los trabajadores, tanto de estabilidad como en el ámbito de remuneraciones.

P. Usted lleva otros temas aparte de la Sanidad, pero ahí no logra acuerdos...

R. Yo además llevo los temas de inmigración y asuntos sociales. ¡Hay tanta crispación, tanto desastre, tanta ineficacia, tanta falta de visión en los temas de inmigración...! Y en Asuntos Sociales hay un ministro [Eduardo Zaplana] que sólo sabe hacer planes y promesas y que no cumple nada. Realmente, en Sanidad, en el último periodo, ha habido esa reflexión y tranquilidad que necesitaba un tema tan importante. Yo, desde luego, tenía muy claro que iba a estar a la altura de la responsabilidad que tenía. A lo mejor eso ha sido posible por ser dos mujeres las que tenemos la responsabilidad en Sanidad, con un carácter de mucho rigor y muy comprometidas con este tema. Tenemos diferencias, pero hemos sido capaces de buscar ese encuentro donde era posible y donde todos hemos hecho un esfuerzo de acercamiento.