La ONU evacua discretamente de Irak a la mayoría de sus trabajadores

"Adiós a la ONU. Por favor, dígannos: ¿quién va a proteger a los niños iraquíes?". Con esta pancarta, los miembros de Iraq Peace Team (IPT, Grupo por la Paz en Irak) despedirán esta madrugada al penúltimo contingente de empleados de la ONU que deja Bagdad. Son ellos los que han denunciado la salida, casi a hurtadillas, del personal humanitario, una medida que contradice los esfuerzos diplomáticos en curso. Sólo los jefes de misión de las diferentes agencias y los inspectores de desarme permanecen en Irak.

"Estamos todavía en fase uno", aseguraba ayer un jefe de misión antes de admitir que "aunque no formalmente, de facto se está funcionando ya en fase tres". Fuentes cercanas a la organización indicaron a este diario que el cambio se había producido del domingo al lunes y que hoy miércoles se entraría en la fase cuatro, que exige la salida de todo el personal no esencial. La zona semiautónoma kurda hace algunos días que se encuentra en esa fase. El siguiente nivel de emergencia, fase cinco, implica la evacuación del resto de los funcionarios internacionales.

"La orden de evacuación viene de arriba, del secretario general, y mientras no llegue, en Unicef estamos ocupados", aseguró ayer a este diario el responsable de esa agencia de la ONU, el holandés Carel de Rooy, tratando de dar una sensación de normalidad. "Nosotros tenemos mucho trabajo porque hace algún tiempo que funcionamos con un equipo reducido", añadió, sin querer precisar cuántos expatriados siguen trabajando con él en Bagdad. "Ésa es una información que no puedo compartir", precisó, "pero lo más importante es el equipo de nacionales que están mejor preparados que el personal internacional y conocen el país y la gente".

De Rooy admitió, no obstante, que la salida de personal de las agencias humanitarias y del programa Petróleo por Alimentos "es un proceso que viene produciéndose desde hace algún tiempo y no es nada anormal".

Esta corresponsal ha sido testigo de esta salida escalonada, y discreta, en los últimos diez días. F. se fue a Ammán a pasar un examen el domingo día 2 sabiendo que seguramente no iba a regresar. Unos días después salió C. R., y así muchos otros funcionarios. La portavoz del coordinador humanitario para Irak no respondió ayer a las llamadas de este diario, pero de los 900 empleados extranjeros que la ONU tenía en Irak a principios de año, cerca de la mitad se fueron de vacaciones a mediados de febrero y no se volvieron a reincorporar a sus puestos. Luego, cada agencia ha ido prescindiendo poco a poco de personal.

De 120 a 71

La salida del personal humanitario coincide también con un descenso en el número de inspectores. Ayer eran 71, según indicó su portavoz, Hiro Ueki, cuando han llegado a ser 120. Ueki restó importancia al dato. "Se trata de la rotación normal: hay 12 inspectores descansando en Larnaca y aún no han terminado de llegar los que tienen que reemplazar a quienes concluyeron sus contratos de tres meses a principios de marzo", justificó. También el Organismo Internacional para la Energía Atómica se encuentra bajo mínimos con cinco inspectores, frente a los 32 que llegó a tener.

Por otra parte, Ueki informó de que el tercer avión no tripulado en poder de los iraquíes tiene una envergadura mayor que los dos anteriores, pero que aún no se ha determinado si supera los 150 kilómetros de alcance o si puede transportar armas químicas o biológicas. Colin Powell aseguró el viernes que el aparato alcanzaba los 500 kilómetros, lo que supondría una violación de la resolución 687.

Ueki no pudo precisar si los inspectores descubrieron el avión o si fueron los iraquíes quienes les informaron de su existencia. Los dos anteriores estaban incluidos en el memorándum de 12.000 páginas que Irak entregó el pasado 8 de diciembre.

"Es normal que no quieran dar publicidad a una medida que tiene muchas implicaciones políticas", señalaba el responsable de una organización humanitaria. Algunas ONG han tomado la decisión de la ONU como la señal para poner fin a sus programas regulares. "Nosotros no tenemos un equipo de emergencia, y si hay un conflicto no podremos ayudar, así que nos vamos también", declara Claudia Rodríguez, de Médicos del Mundo, que admite que ha tenido dificultad para alquilar un coche.

En efecto, Georges, el encargado de GMC al Quds, confirma que los 44 vehículos de su empresa, una de las más utilizadas por las organizaciones internacionales, estarán ocupados hoy. "Llevamos una semana así, yendo y viniendo de Ammán, pero no todo son organizaciones internacionales", precisa prudente. ¿Y la ONU? "No hemos podido atender todas sus peticiones y han tenido que contratar coches con otra agencia", asegura.