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AMENAZA DE GUERRA | El debate parlamentario

El PP tumba por tercera vez una moción contra la guerra de toda la oposición

Coalición Canaria asegura que el Tribunal Penal Internacional debería juzgar este "crimen"

Suave marejadilla, frente a la guerra de Irak, en lo que el PP llama el consorcio opositor. Al final el barco de la oposición siguió su rumbo. Hasta que encalló, por tercera vez, en la costa de la mayoría absoluta. La moción unitaria en la que se pedía el desarme de Irak por medios pacíficos y que España se alinee con Francia, Rusia y Alemania en el Consejo de Seguridad, fue derrotada por 149 votos a favor y 169 en contra. Esta vez no hubo bronca en los escaños, pero sí palabras muy graves, gravísimas, desde la tribuna. Se habló de "crimen" y de manos manchadas de sangre en alusión directa a los escaños del PP.

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Ayer por la mañana, en un fuego cruzado de ruedas de prensa, el Grupo Popular y el Ejecutivo defendieron que éste es el Gobierno de Europa que más ha debatido en el Parlamento sobre la guerra de Irak. El PSOE replicó que eso no era cierto y que la mayoría de los debates han sido por iniciativa de la oposición.

Sea como fuere, el hecho cierto es que ayer por la noche Ignasi Guardans (CiU) tuvo que reconocer que el debate podía resultar reiterativo y que puede estar llegando a cansar a algunos. Iñaki Anasagasti, en nombre del PNV, se permitió bromear con los que llamó "debates pepino, que se repiten, se repiten, se repiten...".

Con repetición o no, el debate tuvo cierto tono ardoroso. Manuel Marín, portavoz de los socialistas, insistió en acusar al PP y al Gobierno de haber aceptado la guerra preventiva y "no atreverse a decirlo públicamente".

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La guerra está decidida por Estados Unidos, según Marín, y el Gobierno español se ha sumado al proyecto que, en su opinión, pretende ser "el ejemplo vivo de lo que significa la guerra preventiva y que sólo existe un país en el mundo capaz de hacerla": Estados Unidos. "Éste es el discurso del nuevo orden que al parecer a Aznar le apasiona", aunque se encuentra con que la opinión pública no lo quiere.

Para el portavoz socialista, Aznar ha forjado una fantasía según la cual España debe dejar de ser "un país de Segunda en el concierto internacional para pasar a jugar en Primera División". Marín terminó con una frase lapidaria: "La fantasía podrá justificar los muertos que vienen".

Crímenes para el TPI

José Carlos Mauricio, en nombre de Coalición Canaria, utilizó anoche los argumentos de mayor dureza. Para él, el ataque está decidido y, con el veto anunciado de varios países en el Consejo de Seguridad, estaremos ante "una guerra preventiva que provocará la muerte de seres humanos de forma criminal".

El diputado canario exprimió su argumento al afirmar que "si esa guerra es ilegal, es un crimen, y los crímenes deberían estar en el Tribunal Penal Internacional (TPI)", que ayer inició su andadura. Mauricio optó también por un final de tinte muy dramático: "Hoy votamos quienes están a favor de una guerra unilateral que es un crimen y quienes estamos por la paz".

Pese a que los numerosos debates sobre Irak han tenido momentos muy crispados, nunca se habían formulado acusaciones de tal envergadura recibidas en silencio en los escaños del Grupo Popular.

Ignasi Guardans, portavoz de CiU, dedicó parte de la tarde a consensuar una enmienda a la moción socialista. Consiguió que en el punto 5º, que insta al Gobierno a no favorecer una resolución del Consejo de Seguridad "que autorice el uso de la fuerza", se añadiese la expresión "en las circunstancias actuales". Guardans explicó que nadie puede oponerse tajantemente a que el Consejo de Seguridad, en el uso de las competencias que le otorga la Carta de las Naciones Unidas, autorice a usar la fuerza contra un país.

También lo explicó en la tribuna, pero, sobre todo, se empeñó en rebatir los argumentos que el lunes utilizaron Aznar y la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, cuando dijeron que la resolución 1.441 del Consejo de Seguridad ya autoriza la acción armada. Tan claro tiene Guardans que eso sólo es posible con una decisión nueva y expresa del Consejo de Seguridad autorizándolo, que pidió, y así se hizo, que se leyesen en voz alta los artículos 39, 41 y 42 de la Carta de la ONU para demostrar que es necesario un nuevo pronunciamiento que dé vía libre al ataque contra Irak.

Anasagasti (PNV) reprochó al Gobierno que acuda al Vaticano para visitar al Papa y siga sin hacer caso a lo que dice, "guerra, no". Tampoco se explica por qué Aznar regaló al Papa una biografía de Isabel la Católica y, sin embargo, no ha retirado a Sadam Husein la encomienda de Isabel la Católica con la que le condecoró.

El diputado peneuvista provocó alguna irritación en los bancos populares cuando trajo a colación las declaraciones del líder del PP en el País Vasco, Jaime Mayor Oreja, que el lunes relacionó la postura de la oposición frente a la guerra de Irak con el intento de reeditar, según él, una coalición entre la izquierda y los nacionalistas que llevaría a España al desastre. Para Anasagasti, ésta es la resurrección de los fantasmas del frente popular y del rojo-separatismo.

Felipe Alcaraz, en nombre de IU, no quiso quedarse atrás a la hora de cerrar con tintes dramáticos su intervención en la tribuna. Se dirigió al grupo popular y les dijo: "Si sienten ustedes un líquido viscoso en las manos, a partir de ahora ya no será petróleo".

Esto dio pie a Gustavo de Arístegui, en nombre del PP, para acusar a la oposición de seguir instalada en el maniqueísmo en torno a la guerra. Retó a Alcaraz a ver "qué se le ocurre cuando tenga que desdecirse de lo que ha dicho". Antes había hecho explícito lo que Alcaraz había callado: la acusación de que el Grupo Popular no tendrá petróleo en las manos, sino sangre.

El portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera (a la derecha), conversa con su compañero Manuel Marín.
El portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera (a la derecha), conversa con su compañero Manuel Marín.EFE

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