Aznar justifica el ataque a Irak aunque Francia y Rusia lo veten en la ONU

El presidente del Gobierno, José María Aznar, se mostró anoche confiado en lograr "una mayoría" en el Consejo de Seguridad de la ONU que apoye el proyecto de resolución que daría vía libre al ataque a Irak, patrocinado por España, junto a EE UU y el Reino Unido. Pero estimó que, en cualquier caso, los vetos anunciados por Francia y Rusia no bloquearían una acción militar, que justificó con el argumento de que sería tan beneficiosa para la seguridad internacional como la intervención en Kosovo. Un alto cargo de Exteriores afirmó ayer que un ataque con veto sería tan legal como sin veto.

PSOE y CiU recuerdan que en Kosovo no hubo veto, y sí consenso en la UE y en la OTAN

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ramón Gil-Casares, amigo personal de Aznar y asesor de política internacional del presidente del Gobierno hasta hace pocos meses, afirmó ayer, en efecto, que un ataque a Irak apoyado por la mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad sería legal aunque Francia o Rusia lo vetaran. Alegó en defensa de su posición que la intervención aliada de 1999 en Kosovo fue considera plenamente legal, aunque se enfrentó al veto ruso.

"Hoy me pregunto a mí mismo una cosa: si hay una resolución por 10 u 11 votos a favor y, efectivamente, hay un veto francés, ¿consideramos que la seguridad de España está en manos de un voto de uno de los miembros con veto del Consejo de Seguridad cuando la mayoría de la comunidad internacional ha tomado una decisión?", declaró a la Cadena Ser Gil-Casares.

"Eso ya ha ocurrido alguna vez en el pasado reciente", se respondió el secretario de Estado, que añadió: "Una actuación de la comunidad internacional no nos gusta, pero yo no considero que la actuación en Kosovo en su día fuese ilegal o ilegítima porque hubiese un veto de Rusia. No querríamos salir de esta crisis con alguno de los miembros del Consejo de Seguridad en contra de la acción que tome la comunidad internacional, pero antecedentes hay".

Aznar recogió ampliamente esa argumentación en la entrevista que concedió anoche en directo a Telecinco. "Debemos preguntarnos: ¿el mundo estaría hoy o no mejor sin Milosevic?", dijo, en referencia al dictador serbio cuya caída fue precipitada por la intervención occidental para proteger a la minoría albano-kosovar.

"Me gustaría escuchar lo que dicen ahora aquellos que en 1999 sostenían que el veto en el Consejo de Seguridad era un mecanismo anquilosado, que era una farsa. ¿Qué pueden decir ahora?", añadió, en referencia al PSOE que en la crisis de Kosovo se mostró contrario al veto ruso. Aznar y otros miembros del Gobierno han sugerido en días pasados que aquella actitud se debió a que Javier Solana era entonces secretario general de la OTAN.

Tanto el portavoz de Exteriores del PSOE, Manuel Marín, como el de Convergència i Uniò, Ignasi Guardans, rechazaron ayer cualquier paralelismo entre los dos casos. En el de Kosovo, recordaron, Rusia no llegó a vetar ninguna resolución, ya que no se presentó el borrador precisamente para no enfrentarlo a la amenaza del veto ruso. También destacaron que, en 1999, hubo pleno consenso sobre la intervención tanto en la OTAN como en la UE, lo que no ocurre hoy en relación con Irak. El presidente de EE UU, George Bush, ha dicho que su proyecto de resolución será puesto en cualquier caso a votación, y ha anunciado que los vetos de Francia o Rusia tendrán consecuencias graves para esos países.

Aznar razonó, además, anoche por otras vías la legalidad del ataque, incluso si fuera vetado, al sostener: "España, en todo caso, va a estar bajo el amparo de la ONU, porque todas las resoluciones votadas sobre Irak están vigentes". El presidente retomó, así, la posición que ha expuesto tantas veces de que la resolución 1.44, aprobada el pasado mes de noviembre por el Consejo, es la "última oportunidad para Irak" de una larga serie que se remonta a 1991, y que la nueva resolución no es imprescindible, aunque sea deseable políticamente.

Volvió a presentar a Sadam Husein como "un dictador sanguinario" al que comparó con Milosevic y Hitler, reiteró que no es posible seguir aceptando "la paz de Sadam", llena de víctimas y chantajes, y aseguró que sigue trabajando por lograr un consenso para la paz.

En ese contexto, ayer se supo que Aznar habló el domingo por teléfono con sus homólogos de México, Vicente Fox, y Chile, Ricardo Lagos, que, junto a Angola, Guinea, Camerún y Pakistán son catalogados como "indecisos".

La ministra de Exteriores, Ana Palacio, tenía previsto, por su parte, viajar esta madrugada a París para desayunar con su colega francés, Dominique de Villepin.

Palacio insistió ayer en los pasillos de Senado en que está convencida de que la resolución presentada recibirá el apoyo de "nueve o diez países" tras ser modificada con "nuevas aportaciones" de miembros del Consejo distintos de los tres copatrocinadores del borrador: EE UU, Reino Unido y España.

La ministra recordó que el domingo, además de hablar con casi todos sus colegas europeos y de los miembros del Consejo de Seguridad, había abordado el tema en una conversación telefónica a tres bandas con sus homólogos estadounidense, Colin Powell, y británico, Jack Straw, y confirmó que Aznar reunió ese mismo día al Gabinete de crisis en La Moncloa.

Palacio confirmó también que Aznar estudiaba anoche si acudir a la reunión del Consejo de Seguridad Nueva York, que, según la ministra, se celebrará "el miércoles o jueves".