Una operación pionera logra reemplazar en España la aorta por prótesis
El hospital madrileño de La Paz ha logrado reemplazar el primer tramo de la aorta (unos 50 centímetros de la llamada aorta torácica, que va del ventrículo izquierdo del corazón al diafragma) por un sistema de prótesis en un paciente de 64 años. Un equipo multidisciplinar operó el pasado día 13 al enfermo, que sufría un aneurisma (dilatación) de diez centímetros en la aorta, y sustituyó el vaso sanguíneo por dos tipos de prótesis sellados entre sí, una intervención pionera en el mundo, según fuentes del centro.
Durante la operación, la primera parte de la aorta (el llamado arco aórtico, que sale del corazón y de donde parten las ramificaciones que llevan sangre a la cabeza) se sustituyó por un tubo sintético. A continuación, se selló una prótesis de malla de metales forrada por dacrón (un polímero sintético) que, colocada dentro de la aorta descendente, asegura que el conducto no se cierre y mantenga la elasticidad y el paso de sangre necesario. Ambas técnicas se habían probado con anterioridad, pero es la primera vez que se implantan de una sola vez en un paciente.
Ocho horas de quirófano
La intervención duró ocho horas, y el paciente salió de la Unidad de Reanimación Cardiotorácica a los dos días. Para operar al enfermo se le implantó un sistema de circulación extracorpórea para evitar el uso de la aorta. A continuación, se bajó su temperatura corporal hasta los 16 grados, con lo que se le causó una parada circulatoria con protección del riego cerebral (para evitar daños irreversibles). Una vez implantadas las prótesis, fabricadas a medida para el paciente, se subió la temperatura corporal del enfermo hasta que el corazón recuperó de forma espontánea el ritmo de sus latidos.
La aorta es la mayor arteria del cuerpo humano. Su cometido es llevar la sangre rica en oxígeno desde el corazón hasta la célula más lejana. Es el vaso sanguíneo sometido a mayor esfuerzo, y uno de los más difíciles de manipular. Con los aneurismas esta vía se ensancha, pierde presión y obliga al corazón a realizar un esfuerzo extra. Además, al ensancharse puede oprimir otros órganos, y es muy doloroso. Los aneurismas de aorta pueden deberse a procesos de arterioesclerosis, por causas congénitas o por traumatismos, por eso son frecuentes tras sufrir un accidente de tráfico.
En la intervención del 13 de febreros participaron diez especialistas de los departamentos de Cirugía Vascular, Cirugía Cardiaca, Cardiología, Radiodiagnóstico, Anestesia y Reanimación de La Paz. La técnica puede usarse también para tratar roturas y disecciones en todo el tramo superior de la aorta, según el hospital.
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