Historia clínica
El pasado día 9 de septiembre llevamos a mi padre, aconsejados por la doctora que le atendió en su casa, al servicio de urgencias del hospital general Virgen del Rocío de Sevilla, debido a un intenso dolor abdominal, después de casi seis horas de espera se le dio el alta, ya que las dolencias eran debidas a: "Dolores inespecíficos + flatulencias", (así consta en el parte de ingreso) indicándonos el médico que le atendió, "que para ese tipo de dolencia no hacía falta acudir al hospital ya que se colapsaba el servicio de urgencias". Pues bien, debido a que los dolores continuaban y su estado era cada vez peor, tuvimos que volver al referido y tercermundista servicio de urgencias el domingo 15 de septiembre. Ese día después de practicarles todas las pruebas pertinentes con bastante celeridad, cosa que la vez anterior no se le realizó (ecografía, radiografía, analítica), nos informaron los doctores que, posiblemente, "podría tratarse de un tumor" y por tal motivo quedaría ingresado en observación, ya no eran dolores inespecíficos, en una semana había cambiado el diagnóstico. Al día siguiente (lunes 16 de septiembre) y a primera hora de la mañana, mi padre fue intervenido de una apendicitis gangrenosa. plastrón apendicular, su estado era muy grave.
Desde estas líneas deseamos transmitirles nuestra más sincera gratitud de todo corazón a los cirujanos doctora Bernal y doctor Blanco, así como a todo el personal que lo estuvo cuidando en planta, por haber conseguido que mi padre se haya podido reestablecer.
También me gustaría, aunque veo difícil que se realice, que la gerencia de ese hospital investigara este caso, a fin de evitar en el futuro que se comentan estos errores.
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