Los miembros de la OTAN frenan la ayuda militar para la defensa de Turquía
La cúpula de la Alianza pide a los países socios que reconsideren sus ofertas por insuficientes
Los países de la OTAN no lograron ayer satisfacer las demandas adicionales requeridas para la ayuda preventiva a Turquía, lo que deja en duda la eficacia de la operación aprobada el 16 de febrero con el apoyo de todos los aliados, excepto Francia. Las demandas se centran en cazas para la protección de los aviones radar AWACS y tropas para la vigilancia de los misiles Patriot. España ha ofrecido cazas F-18 y un avión cisterna, según fuentes diplomáticas.
Representantes militares de los países miembros se reunieron ayer sin éxito en una denominada conferencia de generación de fuerzas en el cuartel general aliado en Europa (SHAPE) en Mons (al sur de Bélgica), para examinar una lista complementaria de contribuciones al paquete de medidas para Turquía y concretar sus ofertas.
Las medidas que suscitaron un fuerte debate en febrero en el seno de la organización incluyen el envío de aviones radar AWACS, antimisiles Patriot y unidades para la lucha química y biológica. Algunas de ellas han sido ya ejecutadas.
Dos de estos aparatos de alerta y control, patrimonio de la OTAN, se hallan desde el pasado miércoles en la base aérea turca de Konya y, al menos, tres baterías antimisiles Patriot holandesas se encuentran operativas también desde la semana última en los aeropuertos militares de Diyarbakir y Batman, en el sureste del país.
Alemania adelantó la semana pasada que no tenía intención de contribuir con más de lo que ya había hecho, en referencia a los Patriot que ha enviado a través de Holanda. Este país también ha aportado misiles. Grecia, que es junto con EE UU el otro socio atlántico que posee esta clase de armas, anunció días atrás que no tenía intención de ofrecer sus Patriot. En la reunión de ayer, la cúpula militar atlántica no informó ni de la aportación individual ni tampoco de las carencias, y se limitó a indicar que todos los socios han sido invitados a reconsiderar sus ofertas para garantizar el éxito de la operación.
El fiasco de ayer en SHAPE se suma al serio revés que EE UU sufrió este fin de semana cuando sorprendentemente la propuesta del Gobierno turco para permitir el estacionamiento de más de 60.000 soldados norteamericanos, a cambio de una sustancial ayuda económica de 30.000 millones de dólares, no obtuvo por cuatro votos la mayoría suficiente en el Parlamento.
Este bloqueo deja en entredicho el verdadero alcance de la urgencia de Turquía solicitando el auxilio de la OTAN por sentir que su territorio está amenazado. La petición sumergió el mes pasado a la Alianza en una de las crisis más graves en sus 54 años de historia. Francia, Alemania y Bélgica expresaron reservas al paquete de ayuda, promovido por EE UU, por considerar que entraba en una lógica de guerra y perjudicaba el proceso de negociación en la ONU. Una vez subrayado que esta ayuda tendría carácter exclusivamente defensivo, las medidas fueron aprobadas en el Comité de Planes de Defensa de la OTAN, del que no forma parte Francia. Entretanto, en un gesto de lo que será a partir de ahora la nueva estrategia militar de la Administración de Bush, el general James Jones, comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa, anunció ayer en Alemania que EE UU mantienen intensos contactos con los países de la OTAN para la reducción de la presencia militar norteamericana en Europa occidental (cuenta con más de 100.000 soldados) y su despliegue en los países del Este europeo.
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