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LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

La historia, una materia por definir

Los expertos discrepan sobre el método y el temario para enseñar la asignatura

La historia es una asignatura en redefinición permanente, cuyo enfoque varía al compás de la interpretación que hacen los historiadores sobre los hechos. Actualmente, no hay un sistema en el que los expertos coincidan en defender como el más adecuado para su enseñanza en la educación secundaria y bachillerato y tampoco existe unanimidad sobre el temario que debería impartirse en cada curso.

Sobre cómo debería enseñarse, algunos historiadores defienden un modelo cronológico, pues entienden que es el método más útil. "Hay que tener una guía cronológica por la que circular en el transcurso de la historia", dicen. El catedrático de Historia Contemporánea de la UNED Javier Tusell defiende la siguiente postura: "Se trata de que los alumnos vean la realidad presente como producto de una evolución y para eso es fundamental la cronología". El Ministerio de Educación aboga por este enfoque.

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Otros historiadores, en cambio, creen que la cronología es importante pero "no la solución" y apuestan por una metodología más novedosa: "por temas". Este sistema consiste en abordar los hechos históricos de forma conjunta y dotarlos de sentido y de evolución. Por ejemplo, estudiar la historia de las mujeres, la historia de las ideas, la historia de las libertades, la urbana, y todo ello, en el transcurso del tiempo.

En lo que sí hay mayor consenso es en el objetivo último de saber historia: descifrar qué está ocurriendo ahora a través de los hechos del pasado y, a la vez, comprender que cualquier acontecimiento histórico puede ser interpretado desde la sociedad actual. "Aprender historia es aprender a pensar sobre el pasado. Tener capacidad para relacionar los problemas de hoy con los de ayer y los del futuro", señala el profesor de historia del instituto de Pontevedriña en Santiago de Compostela, Ramón López Facal.

De esta opinión es la catedrática de Geografía e Historia del instituto Francisco Figueras Pacheco (Alicante) Pilar Maestro: "Los alumnos a través de la historia deben dar sentido a los problemas que ocurren en la sociedad actual, ya sea la guerra contra Irak, los problemas económicos, la multiculturalidad...".

Y para ello, aseguran, lo recomendable es que los alumnos aprendan a razonar por sí mismos, a dudar. Y eso sólo es posible si se estudian algunos temas seleccionados desde distintos puntos de vista sobre un acontecimiento del pasado. Por ejemplo, abordar la revolución industrial en España y saber si fue o no un fracaso. "Hay que hacer una selección de los grandes procesos y trabajar los datos desde múltilples perspectivas para que los alumnos se den cuenta de que la historia es una ciencia abierta que se repiensa constantemente", asegura el catedrático de Didáctica de la Historia de la Universidad de Valencia Rafael Valls. El problema, apuntan algunos historiadores, es que los temarios son demasiado largos, "inabarcables para poder ser comprendidos", tras los cambios que se introdujeron a partir de los decretos de contenidos mínimos en Humanidades que fijó el Ministerio de Educación hace ya dos años.

Si antes de esa reforma legal en cuarto de ESO sólo se estudiaba historia contemporánea, ahora también se estudia la moderna. Y si en segundo de bachillerato sólo se veía el siglo XIX y XX, ahora se estudia desde la prehistoria. "Con un temario así el profesor se ve obligado a explicar, por ejemplo, la dictadura de Primo de Rivera en un hora", dice Maestro. Y Valls señala: "Los contenidos mínimos que se implantaron suponen una vuelta atrás. Son programas enciclopédicos para los que no hay tiempo si se quiere profundizar. Y los conocimientos memorísticos se olvidan rápidamente". Para Tusell la extensión de los nuevos temarios constituye un "producto típico del PP": "Quieren hacer más España. Plantear todo un hilo conductor desde Viriato hasta Juan Carlos I. Y eso hace peligrar la función pedagógica y de moral colectiva que tienen la literatura más reciente".

Entonces, ¿qué deberían saber de historia los alumnos al terminar la secundaria? Más que datos y fechas (aunque algunos sí son necesarios), dicen algunos historiadores, los estudiantes tendrían que tener un conocimiento profundo de los grandes procesos históricos. "Deberían sabe razonar sobre un tema histórico y tener información suficiente sobre él. Cuando decimos que queremos enseñarles a pensar parece que no queremos que sepan historia. Pero esto es una falacia porque no se puede pensar en historia sin hacerlo sobre un tema histórico concreto", asegura Maestro.

Reproducción del cuadro <i>La rendición de Breda,</i> de Diego Velázquez.
Reproducción del cuadro La rendición de Breda, de Diego Velázquez.

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