"Sadam no dijo que nos neguemos a destruir los misiles"

"El presidente no ha dicho que no vayamos a destruir los misiles Al Samud; lo que dijo en la entrevista con CBS es que no hemos construido un misil que supere los 150 kilómetros de alcance y que respetamos la resolución 1.441", insiste en aclarar Uday al Tai, el director de Información del Ministerio de Información y Cultura.

Al Tai, que hasta hace dos años dirigía la agencia oficial de noticias iraquí (INA), se queja de la militancia belicista de los medios y se muestra preocupado por el daño que la simplificación periodística puede causar a su país. "Han sacado sus palabras de contexto y no es sólo falta de profesionalidad, es una cuestión moral", subraya, "se trata de si la información contribuye a la causa de la guerra o a impulsar la paz". En una conversación con EL PAÍS, este responsable iraquí refleja la inquietud de su Gobierno por el cariz que está tomando la crisis. "Nos han cerrado las puertas al diálogo", se duele. "Ustedes en la prensa hablan del problema iraquí, sin embargo nosotros estamos en nuestro país; no queremos la guerra, rezamos día y noche para evitarla, y esperamos que al final triunfe la cordura también en EE UU".

Al Tai muestra mucha curiosidad por saber qué ha llevado al Gobierno español a adoptar una actitud tan beligerantemente proestadounidense. "¿Qué beneficio esperan obtener?", pregunta genuinamente sorprendido. "No nos lo esperábamos de España", manifiesta antes de interesarse por la posición de la prensa española e insistir en que se transmita con honestidad la situación. Los esfuerzos propagandísticos del pasado han quedado relegados.

"Es verdad que hoy la guerra parece probable, pero ¿cuál es la bandera más odiada en el mundo, no sólo en Irak, sino en cualquier país árabe, asiático e incluso europeo?", se pregunta antes de denunciar el doble lenguaje en las relaciones internacionales. "Hay dos pesos y dos medidas: si se trata de las armas de destrucción masiva, ¿cuántos países las tienen? Israel entre otros y nadie dice una palabra". "Aseguran que suponemos una amenaza para nuestros vecinos, pero ninguno de ellos se ha quejado. Incluso hemos invitado a la CIA a que venga", recuerda. "Saben al cien por cien que no hay nada, pero utilizan sus acusaciones para aumentar el pánico internacional". Y de nuevo la frustración que se comparte tanto en los despachos como en la calle. "Hemos reconocido la independencia de Kuwait, admitido la vuelta de los inspectores, cambiado la ley, ¿qué más podemos hacer? Nada, porque cuando aceptamos una condición, nos imponen otra". El exilio de Sadam, sugerido desde varias capitales árabes, no es una opción, como ha dejado claro el propio presidente.

Entonces, ¿es que ya no queda margen de maniobra? "No depende de nosotros. Incluso en la ONU, a nivel de funcionarios, nos niegan los contactos", lamenta. "Mientras tanto, Powell se encuentra en China para promover el diálogo con Corea del Norte", concluye desconcertado.