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Crónica:LAS 24 HORAS CRÍTICAS DEL 'PRESTIGE'/ y 3 | CATÁSTROFE ECOLÓGICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

"Necesitamos urgentemente barreras en Arousa"

Las comunicaciones de Finisterre revelan la precariedad de medios puestos por Fomento para combatir el vertido

Unas horas después del accidente del Prestige (15.30 del 13 de noviembre), Fomento admite que existe "una mancha no cuantificada de fuel" y anuncia que "se protegerá la costa con distintos equipos si fuera necesario".

El helicóptero Helimer Galicia sobrevuela el Prestige a las 15.36 del 14 de noviembre. Reporta la siniestra estela del buque: "Una mancha de fuel que se extiende desde la posición actual del buque 43-17 norte 009-27 oeste, a un rumbo de 130 hasta la posición 43-09,2 Norte 009-18 oeste, y desde esta última a un rumbo de 230 hasta la posición 42-49,3 norte 009-54,8 oeste, donde se encuentra más concentrada". El petrolero ya no es una creciente amenaza; es una creciente mancha.

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El Gobierno ha decidido la víspera alejar el barco para "evitar que se estrelle contra las costas de Galicia, derramando el total de su dañina carga, la cual se repartiría por todo el litoral poniendo en riesgo la salud de las poblaciones costeras y el medio marino".

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¿Y si el buque se aleja no hay peligro de vertido? En las reuniones del gabinete de crisis del Gobierno se avanzan respuestas.

"Si se hunde, es mejor que ocurra lejos de la costa española. Allí el fuel se solidificará en el fondo del mar y tendremos tiempo para preparar la respuesta a una posible marea negra". Así se manifiestan algunas autoridades del gabinete de crisis, según testigos presenciales.

El barco, en efecto, se hundirá en cinco días. ¿Qué hace la Administración en ese plazo? ¿Protege la costa? Los comunicados de Fomento parecen indicarlo. Rezuman optimismo.

El día 14, a las dos de la tarde, los datos sobre contaminación que aporta Fomento son más extensos y precisos: "Inspecciones realizadas a primera hora de la mañana de hoy muestran una mancha de 200 metros de ancho por unas 20 millas de largo [37 kilómetros] de largo, en la dirección que ha derivado el buque desde su primera posición cuando se produjo la avería hasta su ubicación actual. La mancha presenta un color claro y está rota por zonas".

Fomento detalla sus medios para atar en corto esa amenaza: "Para vigilar la evolución de esta mancha se han concentrado 7.000 metros de barrera y 12 skimmer [equipos para la succión de fuel en el mar] en la proximidad de la costa por si fuera necesario su uso. También un avión de vigilancia del Servicio de Vigilancia Aduanera patrulla la zona para delimitar la mancha y controlar su desplazamiento".

El 15 de noviembre, a la misma hora, relata que la citada mancha "se ha partido en dos más pequeñas de cinco y seis millas de largo, la más cercana de las cuales se encuentra a cinco millas del cabo Touriñan". Y añade un sorprendente dato: "En estos momentos, el petrolero no pierde fuel".

Fomento, sobre el papel, sigue acumulando una armada invencible que resulta invisible para los vecinos de la costa. "El Ministerio de Fomento ha concentrado en la zona equipos de lucha contra la contaminación desde diferentes puntos de España, así como desplazado a personal técnico adecuado. También se ha activado el plan de cooperación con Francia por si fuera necesario. También se ha solicitado ayuda de barcos especializados y equipos a Francia, Holanda, y Reino Unido".

Los metros de barrera oficialmente desplegados el día 15 ya no son 7.000, sino 8.000; los skimmers se han doblado, hasta sumar 24.

La cronología de las comunicaciones grabadas en el centro de salvamento marítimo de Finisterre rebaja tales pretensiones.

El mismo día 14, cinco horas más tarde del comunicado de Fomento que detalla los medios técnicos anticontaminación desplegados, aparece el primer vestigio de la misma:

- 17.02. "Acaba de llegar un camión a Cee con material de lucha anticontaminación. Dejarán los contenedores grandes en el muelle y las cajas pequeñas las llevarán a la base".

Esa mañana menudean los avistamientos de manchas. Y el petrolero, oficialmente, vuelve a sangrar. A las seis de la tarde, el remolcador Alonso de Chaves "aprecia un ligero hilo de contaminación".

El día 15, Finisterre registra abundantes avistamientos de manchas y contadas órdenes de despliegue de fuerzas y medios anticontaminantes.

Al filo del mediodía, el Valdivia avista pequeñas manchas de fuel y procede a batirlas. Y el centro de Finisterre anota la segunda medida concreta, en 24 horas, de desembarque de material anticontaminación. "Llegan a Camariñas dos camiones con material dispersante".

Hasta la noche del 15 de noviembre (dos días después del accidente) no llega la anunciada colaboración francesa. El buque Ailette se encuentra en la zona esperando instrucciones.

El día 16, las manchas ya no se avistan desde el mar. Basta pisar la playa. Los primeros en certificar la llegada del chapapote a la costa no son equipos técnicos sino una pareja de la Guardia Civil, que informa a Finisterre de "que en punta Roncudo hay mucho olor a petróleo, y cuando rompe la ola viene manchada". La pareja de agentes "no puede apreciarlo bien por falta de visibilidad".

El segundo en comprobar el silencioso desembarco del chapapote ni es experto ni funcionario: "Un particular comunica que en la playa de Santa Mariña (norte de Camariñas) hay muchas manchas de contaminación. Solicitan medios para confirmar".

Llaman a Finisterre, sucesivamente, de distintos municipios gallegos tras avistar las manchas. Y se acumulan los problemas para combatir la marea negra que toca a la puerta. Los propios patrones pesqueros de Camelle, Sisargas y Cormes alertan a Fomento de que la contaminación es ya visible en sus respectivas zonas.

Las medidas de Fomento, más allá de anotar desgracias y bofetadas a la costa, comienzan a desperezarse horas después de haber anunciado a bombo y platillo el supuesto despliegue en la zona de kilómetros de barreras protectoras. Los vecinos ruegan que se materialicen ya tales medios. Son muy contenidos. Simplemente, imploran una lancha de goma. El ruego se registra en el centro de Finisterre.

- 11.23: "Solicitan del Gabinete de crisis consigamos una zodiac para tendido de barreras en Camariñas".

El gabinete de crisis espera que, a medianoche, llegue a la zona de cabo Villano un remolcador para ayudar a tender barreras al Ailette.

A falta de expertos, el voluntarismo en la defensa de la costa aumenta. Los policías municipales de Camariñas despejan el club náutico para posteriormente preparar barreras. Y los voluntarios de Protección Civil colocan barreras en Corme y Carabanas.

Pasada la una de la tarde, el gabinete de crisis contrata dos pesqueros en Camariñas para el tendido de barreras. Y Protección Civil de Cee informa que en las costas de Lires están entrando manchas de contaminación. Solicitan medios. El centro de Finisterre informa al Gabinete de crisis y reciben respuesta evasivas: "Nos indican que actuarán en las zonas prioritarias que asignó la Xunta".

¿Cuáles son esas zonas prioritarias, y cuáles las dejadas a su suerte? Finisterre no lo indica. Las comunicaciones del centro de salvamento plantean un dilema: o Fomento no ha desplegado en realidad los medios prometidos sobre zona alguna (prioritarias o secundarias) o están ubicados en zonas distintas de las castigadas por la marea negra del fuel del Prestige.

Los municipales de Malpica informan de manchas de contaminación en el puerto de Barizo. Poco más pueden hacer. Imposible multarlas. Los policías municipales de Malpica no andan a la zaga. Anuncian su impotencia ante la contaminación que alcanza Sisargas.

Aumentan las bajas en la Armada anticontaminación. El Helimer Cantábrico suspende a las 16.45 la inspección por avería. Y los medios que funcionan se mueven con exasperante lentitud. A las 22.00 del 16 de noviembre sale hacia la zona el Pau da Luz para tender barreras junto con el Ailette.

El 17 de noviembre continúa el desigual combate. Nuevas bajas en los medios dispuestos por Fomento, que, sin embargo, cifra ese día la barrera anticontaminación desplegada en la costa no ya en 8.000 metros, sino en 18.000 metros "para proteger las zonas más sensibles".

El Ailette sufre una avería y deja el campo de batalla. Un barco menos que tiende barreras. El parte de guerra indica ventaja clara del fuel invasor. "La línea de la costa entre cabo Touriñan y Bens está toda contaminada".

Helimer Cantábrico añade nuevas derrotas. "Una mancha de fuel a 100 metros de Malpica, con forma de triángulo de metros de lado y un espesor de dos a tres centímetros".

Tres minutos más tarde de aquel aviso (a las tres de la tarde del 17 de noviembre), Finisterre ordena que se movilicen hacia la mancha los remolcadores Pau da Luz y Ailette, ya recuperado. Tardarán horas en unir esfuerzos. Otro barco Salvamar Torre Hércules tiende barreras en la zona de Lorbé.

Cuatro días después del accidente, el Prestige, con una brecha de 50 metros en el costado de estribor, "pierde gran cantidad de carga", según refleja el parte recogido por el centro de salvamento.

El 18 de noviembre, en víspera del hundimiento del petrolero, es obvio que ya no basta con la armada oficial anticontaminación. Hay que movilizar a los paisanos y priorizar tareas.

A las nueve de la mañana se ordena al Salvamar Atlántico que deje de rastrear troncos flotantes, una de las posibles causas del boquete en el costado del Prestige. Hay otra prioridad, y faltan medios.

Se ordena igualmente que se movilicen todas las embarcaciones pesqueras privadas posibles en Muros y Noia para combatir la lengua tóxica. Salen embarcaciones de la cofradía de Aguiño para buscar manchas. La cofradía de Portosín aporta varios pesqueros para batir las manchas que están entrando en la ría.

Al mediodía, Vilagarcía mide los metros de barrera que podrían conseguir de la autoridad portuaria y de una empresa privada: 180 metros y un skimmer. Nada que ver con los 18 kilómetros y 24 skimmer concentrados en algún punto que Fomento conoce. No es todo. También disponen de una lancha neumática.

A las dos de la tarde, el centro de Finisterre traslada una nueva petición a los pescadores de Aguiño para que ayuden a combatir las manchas en Corrubedo. Y se pide un medio aéreo para inspeccionar manchas. Pero las sobrecargadas tripulaciones y helicópteros no dan más de sí. Problemas y hartazgo. Alegan que tienen que comer y falta de combustible.

A las cuatro de la tarde, el centro de Finisterre informa "al capitán marítimo de Muros y al alcalde que dos camiones procederán hacia esa zona con barreras para la lucha anticontaminación". Pero dos camiones para Muros son muchos camiones, hay que repartirlos. Muros dispondrá de medio camión."Cancelamos camiones con destino a Muros. Enviaremos uno a un punto equidistante entre Muros y Ribeira".

Esa noche, la cofradía de pescadores de Noia pide respetuosamente que se extienda la barrera que dormita en el muelle. Se cursa su petición con más respuestas evasivas. "Ya se le avisará". El Ayuntamiento de O Grove es menos diplomático: "Solicitamos urgentemente la colocación de barreras y medidas protectoras en la entrada de la ría de Arousa".

19 de noviembre. El día empieza mal, al Prestige le quedan horas de vida . Una "manta de fuel" entra en Muros. El Prestige se hunde en dos actos: popa y proa.

El Gobierno improvisa aún medidas. Sale entonces el Salvar Altair con personal de Sasemar y barreras anticontaminación para Camariñas.

Tres meses después, y tras sucesivas oleadas de fuel, el Gobierno cifra en 3.000 kilómetros la costa española contaminada por la "dañina carga" del Prestige. Más de 1.000 millones de euros en daños. Secuelas del alejamiento del petrolero, "la mejor decisión, la única que hubiera tomado una autoridad marítima responsable", según Francisco Álvarez Cascos, ministro de Fomento.

Dos personas pasean a mediados de noviembre por la playa de Arteixo, cubierta por regueros de fuel.
Dos personas pasean a mediados de noviembre por la playa de Arteixo, cubierta por regueros de fuel.ASSOCIATED PRESS

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