El líder de Malaisia cree que la guerra es contra los musulmanes
Los No Alineados critican el doble rasero de Bush con Corea del Norte
¿Por qué Corea del Norte, que amenaza a EE UU con armas nucleares, apenas indispone a Occidente, mientras Irak, que afirma haberse desarmado, va a ser invadido por los norteamericanos con el apoyo de aliados europeos? Mahathir Mohamad, el primer ministro de Malaisia, proporcionó ayer una respuesta que comparten muchos de sus correligionarios: porque Irak es musulmán.
Esta doble vara de medir "tiende a demostrar", aseguró Mahathir, que la motivación del atacante es actuar, "ante todo contra los musulmanes y no por miedo a la posesión de armas de destrucción masiva".
Estas palabras de Mahathir, un musulmán moderado que dirige un país en el que el islam se aplica sin mucho rigor, dan una idea de la percepción con la que acuden hoy a Kuala Lumpur, a la cumbre del Movimiento de Países No Alineados, buena parte de las 114 delegaciones de Estados miembros. Más de 60 estarán representadas por sus jefes de Estado, muchos de ellos musulmanes. Irak y Corea del Norte han enviado importantes delegaciones.
El Movimiento de Países No Alineados fue creado en la época de la guerra fría, como una tercera opción para los países pobres y en vías de desarrollo fuera de los bloques comunista y occidental.
"Un ataque contra Irak irritará, primero, a más musulmanes, que ven en él una acción antimusulmana en lugar de una acción contra el terror", prosiguió Mahathir ante un foro económico previo a la inauguración hoy de la cumbre. "El mundo vive en un estado de terror", se quejó. "Tenemos miedo a volar, a ir a determinados países; tenemos miedo a los musulmanes, a los árabes, a los barbudos".
Algunos de los participantes en la cumbre dieron, nada más llegar, la razón a su anfitrión malayo. "La situación en Palestina y la crisis de Irak parecen señalar que hay una discriminación contra la comunidad islámica", afirmó, por ejemplo, Hasan Wirayuda, el ministro de Asuntos Exteriores de Indonesia, el primer país musulmán con más de 220 millones de habitantes.
La cumbre, que se prolongará el miércoles con una reunión específica de la Conferencia Islámica, tiene previsto aprobar una resolución que incluirá la crisis iraquí, Palestina y Corea del Norte. Sobre el primer punto manifestará su oposición a la ofensiva militar que prepara EE UU, pero también pedirá a Bagdad que acate las resoluciones de la ONU y colabore con sus inspectores.
Taha Yassin Ramadan, el "número dos" iraquí, dejó traslucir ayer su decepción, en una entrevista con la cadena de televisión Al Yazira, por el escaso respaldo que recaba. Los pronunciamientos de los seis países no alineados (Chile, Angola, Siria, Pakistán, Guinea Conakry y Camerún) que forman parte del Consejo de Seguridad serán seguidos con atención porque podrían indicar cual será su voto cuando la diplomacia norteamericana presente su segundo proyecto de resolución, el que autorizará expresamente la guerra.
Crímenes de guerra
En la actual reunión en Malaisia, el principal tema a tratar es el conflicto en Palestina, junto con las crisis de Irak y Corea del Norte. Si los latinoamericanos no la suavizan, el apartado de la resolución sobre Palestina denunciará los "crímenes de guerra" perpetrados por el ocupante israelí y exigirá "soluciones jurídicas sin impunidad" para los responsables de esas atrocidades. El borrador del texto llama a la aplicación de medidas legales de peso en relación a los crímenes de guerra en territorios palestinos ocupados, incluido Jerusalén.
La cumbre lamentará también "la ausencia en la reunión del presidente Yasir Arafat a causa de la permanente obstrucción de Israel", que se niega a garantizar que si viaja le permitirá regresar a los territorios que administra.
El régimen de Pyongyang no ha logrado, por último, en los encuentros preparatorios del fin de semana, que los países no alineados suscriban su propuesta: "La supresión de las amenazas de EE UU" contra Corea del Norte "es una condición previa para garantizar la paz y la estabilidad en la península coreana". Una mayoría de participantes se inclina, más bien, por pedir al régimen de Kim Jong-Il que acate de nuevo el Tratado de No Proliferación Nuclear que denunció el mes pasado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Mahathir Mohamad
- Corea del Norte
- Diplomacia
- Declaraciones prensa
- Malasia
- Irak
- Guerra Golfo
- Estados Unidos
- Política exterior
- Preparativos bélicos
- Guerra
- Islam
- Oriente próximo
- Sudeste asiático
- Gobierno
- Asia
- Relaciones internacionales
- Gente
- Administración Estado
- Conflictos
- Relaciones exteriores
- Política
- Administración pública
- Sociedad
- Religión