El Centro de Transeúntes de Huelva, "desbordado" una semana antes de que se inicie la campaña agrícola

El Centro de Transeúntes de Huelva que gestiona Cáritas Diocesana se encuentra "desbordado" ante la avalancha de inmigrantes que acúden cada día reclamando atención, según advirtió Germán González, técnico de Cáritas. González afirmó que cada tarde llegan entre 40 ó 50 inmigrantes, la mayoría del norte de África. El centro sólo tiene capacidad para acoger a 20 ó 25 personas. "Nos sentimos desbordados. Este centro no puede albergar a tanta gente. No hay recursos suficientes", dijo.

A pesar de que aún faltan días para que comience la campaña de la fresa, ya se nota la presencia de inmigrantes en la provincia onubense. Con o sin contrato. Legales o ilegales. Los que no tienen su situación regularizada en España llegan a Huelva igualmente atraidos por el efecto llamada: "En Huelva hay fresa abundante y se necesita mano de obra. Todos esperan hallar trabajo en los tajos", explicó González. "De las personas atendidas desde principio de año, el 56% está indocumentada", resaltó. Y añadió: "Estamos en la misma situación que el año pasado. Vemos que la administración sigue sin implicarse demasiado en el tema de la inmigración. Y estos son datos objetivos, no apreciaciones".

Germán González subrayó que aunque tanto administraciones, sindicatos y empresarios han trabajo para los contingentes de inmigrantes lleguen a los campos freseros en el momento adecuado y dotados de permiso de residencia y trabajo "la realidad revela que en la provincia deambulan ya muchos inmigrantes buscando trabajo. Muchos sin contrato".

Este técnico advirtió que tal y como están las cosas puede reproducirse la situación de la anterior campaña, cuando unos 2.500 inmigrantes, la mayoría mmarroquíes y argelinos, vagaron durante semanas por los municipios freseros de Huelva sin hallar empleo. "No tenemos miedo a que eso vuelva a ocurrir. El temor es no poder atender a la aglomeración que se nos presente. Te sientes impotente, simplemente eso", indicó González.

En el centro de transeuntes trabajan tres técnicos. El año pasado, cuando se activó el plan de emergencia para dar cobertura los inmigrantes, Cáritas, con sólo dos técnicos, estuvo a punto de cerrar sus instalaciones.