El líder de la patronal de Venezuela declara ante los tribunales
El presidente de la principal organización empresarial de Venezuela, Fedecámaras, Carlos Fernández, estuvo ayer casi todo el día en la sede del Tribunal 49 de Control, que debe decidir si el dirigente gremial continúa detenido o le pone en libertad. A Fernández se le acusa de traición a la patria, rebelión civil, instigación a delinquir y devastación, por su participación como líder de la huelga que paralizó parcialmente al país durante 63 días.
La juez 49 de Control de Caracas, Gisela Hernández, se encargó del caso la tarde del viernes, luego de que el titular del Tribunal 34, Maikel Moreno, quien ordenó la detención, fuera recusado por la defensa. A Moreno se le señala como simpatizante del presidente Hugo Chávez, pues antes de ser designado juez fue abogado defensor de Richard Peñalver, concejal del partido oficialista Movimiento V República (MVR) y acusado de disparar contra una manifestación opositora el 11 de abril de 2002. El diputado oficialista Darío Vivas se hará cargo del juicio como acusador privado de Fernández.
Mientras tanto, cunde la preocupación en los cuadros directivos de la coalición opositora Coordinadora Democrática por la tibia respuesta que tuvo la convocatoria, el pasado viernes, a marchar desde diversos puntos de Caracas para converger en una gran concentración ante la sede de la Fiscalía General de la República para protestar por la detención de Fernández. Contrario a lo que había venido ocurriendo, la convocatoria fracasó tan estrepitosamente que obligó a los organizadores a suspender la actividad.
