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Una avería técnica deja sin teléfono a los 8,7 millones de abonados de Vodafone

Los consumidores piden compensaciones a la sociedad, que se enfrenta a una multa de hasta 30 millones

Ramón Muñoz

Una avería en los sistemas centrales de control de la red de Vodafone dejó sin servicio a sus 8,7 millones de abonados durante prácticamente todo el día de ayer. Según la compañía, la causa fue una incidencia general provocada por los programas de software que controlan la red. La avería se inició a las siete de la mañana, y aunque la operadora anunció que se había restablecido a las 14.00 horas, los problemas continuaron durante la tarde y noche por problemas de congestión. El Ministerio de Ciencia y Tecnología ha abierto una investigación del que puede derivar una sanción de hasta 30 millones de euros.

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Ayer se vivió el mayor problema de la telefonía móvil en España. Todos los abonados de Vodafone (más de 8,7 millones en la actualidad) quedaron incomunicados absolutamente durante horas, sin poder realizar ni recibir llamadas por sus teléfonos móviles. Los abonados de Vodafone, la segunda compañía de telefonía móvil en España, comprobaron al encender sus terminales que el indicador de cobertura se había reducido a cero y no podían efectuar ni recibir ninguna llamada. Además de los usuarios particulares, también quedaron inutilizados los sistemas de alarmas o de busca que están conectados a los terminales, y las comunicaciones internas entre empresas suscritas a Vodafone.

"A primera hora del día de hoy se ha producido una incidencia en un nodo de nuestra red que ha inhabilitado determinados servicios con un efecto progresivo en el resto de la red", señaló la compañía, que quedó aislada por teléfono, en un escueto comunicado. Una portavoz aclaró que la incidencia se produjo al realizar tareas de mantenimiento en los programas informáticos que manejan la red. Dicho problema en el software motivó, a su vez, una avería en cadena en los sistemas de control central de la red.

La desconexión total de la red se produjo a las 7.00 horas. En ese momento, la compañía puso en marcha un dispositivo especial para resolver la incidencia. Según la versión de la empresa, a partir de las 10.00 horas comenzó a recuperarse la comunicación, comenzando por Cataluña, Levante y el Norte de la Península. Entre las 14.00 y 14.30 horas, dio por reestablecida toda la red.

No obstante, pese a la puesta en marcha del sistema, la comunicación normal todavía no fue posible para millones de abonados hasta bien entrada la noche debido a que las órdenes almacenadas cuando se produjo la avería (llamadas en curso, contestador automático, etcétera) provocaron la congestión de la red tras el fin de la incidencia técnica. Así, por ejemplo, en Madrid, abonados de Vodafone seguían sin poder realizar o recibir llamadas normalmente durante toda la tarde. La congestión volvió a sufrir un pico a partir de las 21.00 horas, con importantes trastornos de comunicación.

Tal y como obliga la ley, la compañía informó de la incidencia y de los trabajos de reparación al Ministerio de Ciencia y Tecnología. Este departamento informó que ha abierto una investigación de oficio, y que en los próximos días Vodafone deberá remitir un informe detallado con las causas de la avería. El departamento que dirige Josep Piqué realizará posteriormente un informe y si estima que ha existido una responsabilidad directa de la empresa en la incidencia, le abrirá un expediente sancionador.

Aunque fuentes oficiales del ministerio eludieron comentar el asunto, según el artículo 79 de la Ley General de Telecomunicaciones (LGT) se considera infracción muy grave "el incumplimiento reiterado de la obligación de mantener los niveles de calidad establecidos para la prestación de los servicios". En caso de infracción muy grave, la sanción máxima es del 1% de los ingresos brutos anuales (unos 30 millones de euros, según los datos de 2001), el 5% de los fondos totales utilizados en la infracción o 600.000 euros.

Pérdida de imagen

Para las asociaciones de consumidores y usuarios, para las que la incidencia resulta muy grave, se apresuraron a aconsejar a los clientes que reclamen compensaciones. La asocación andaluza Facua insistió en la necesidad de que se promulgue una normativa específica que regule la calidad en la telefonía móvil y las sanciones en caso de incumplimiento.

La directora general de Consumo de la Junta de Andalucía, Elia Raso Maldonado, dijo que se produjo un fallo similar el pasado 1 de octubre, que también afectó a Canarias, y anunció que abrirá un expediente informativo para que Vodafone aclare las causas del fallo y consideró necesarias "medidas compensatorias para el resarcimiento del daño a los usuarios". También la Generalitat de Catalunya anunció la paertura de una investigación.

Además de la sanción, de las indemnizaciones y de los ingresos que haya dejado de obtener ayer, la compañía se enfrenta a un deterioro muy serio de su imagen después de haber logrado superar el 25% de la cuota de mercado español de telefonía móvil, que asciende a más de 33 millones de usuarios.

Vodafone, que acaba de nombrar a Francisco Román como consjeero delegado, comenzó en España como socio de Airtel en 1995 hasta que la adquirió hace dos años. Es la empresa líder en el sector de móvil del mundo, con más de 100 millones de abonados. Aunque en España obtiene beneficios, la matriz cerró el último ejercicio con unas pérdidas de 23.784 millones de euros por las inversiones en UMTS.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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