La OTAN cierra en falso la crisis sobre el conflicto de Irak
La Alianza Atlántica comienza a planificar la defensa preventiva de Turquía
Los expertos militares de la OTAN han recibido ya la orden de iniciar la planificación de una limitada defensa preventiva de Turquía en caso de un ataque de Irak. La Alianza Atlántica cerró en la madrugada del lunes una de las crisis más graves de su historia con un compromiso que intenta salvar la imagen de la debilitada organización, pero que apenas oculta la brecha entre Estados Unidos y algunos de sus aliados, especialmente Francia.
La decisión supone iniciar los preparativos para el eventual empleo de aviones rádar AWACS, el despliegue de baterías de misiles antimisiles Patriot y el uso de unidades para la lucha química y biológica si Turquía, que delimita por el sur con Irak, es objeto de una operación de castigo por parte del régimen de Sadam.
El secretario general, George Robertson, declaró en la madrugada del lunes que "la solidaridad y el consenso han vuelto", tras una durísima sesión de 13 horas en el Comité de Planes de Defensa (CPD), durante la cual Bélgica bloqueó un acuerdo sobre la ayuda a Turquía tratando de condicionarla a las negociaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU. Francia es el único de los 19 socios atlánticos que no pertenece a ese comité toda vez que se retiró del mando militar integrado de la OTAN en 1966 por decisión del presidente Charles de Gaulle.
Bélgica se quedó al final satisfecha gracias a un párrafo que hace una vaga alusión a favor de que prosigan los esfuerzos en Naciones Unidas para encontrar una solución pacífica a la crisis iraquí. "Los belgas actuaron de una manera irresponsable y para consumo doméstico pensando en las elecciones legislativas que tienen en mayo", comentaba ayer un alto cargo diplomático europeo. "Felicito a Bélgica por su coraje", dijo ayer el ministro francés de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin.
"El Gobierno belga, a diferencia de Alemania, confundió el pacifismo con la disuasión, un instrumento del cual se ha valido siempre esta institución", opinó otra fuente diplomática. Berlín decidió al final desbloquear las reservas que planteaba la propuesta norteamericana.
Bloqueo belga
La actitud belga estuvo a punto de hacer saltar el mínimo de consenso pactado horas antes y agotó la paciencia de EE UU, pese a que su embajador manifestaba diplomáticamente tras la reunión que se sentía contento porque se trataba de un "gran paso adelante".
"Lord Robertson estaba decidido a dar por concluida la sesión al ver que los belgas no se movían y pensó en ordenar al comandante supremo aliado en Europa que activara la defensa aérea integrada de forma preventiva", según un diplomático. Varios embajadores le persuadieron de no hacerlo porque ese gesto acentuaría más la fractura.
Francia, Alemania y Bélgica suscribieron por separado un documento en el que reafirman la solidaridad con Turquía y su voluntad de acudir en su auxilio como aliado en el caso de que sea amenazado por Sadam. Pero igualmente subrayaron que "el uso de la fuerza debe ser considerado como último recurso" y que "no todas las opciones ofrecidas por la resolución 1.441 han sido explotadas".
"El gran perdedor de esta crisis ha sido Francia por excluirse voluntariamente de la propuesta", comentó un diplomático del grupo de países que apoyaban las tesis norteamericanas. París vio frustrada su esperanza de que el Consejo Atlántico, el órgano político de la OTAN, se reuniera en algún momento para recoger sus opiniones y subrayar la importancia de que prosigan las negociaciones en Naciones Unidas que eviten la guerra.
La crisis se cierra mal aunque podría haber sido peor, opinaban ayer fuentes de la organización. En la lista de contusionados se coloca, además de Francia y Bélgica, a Robertson, por el mal manejo de la situación. Y de rebote a los siete nuevos países que entrarán en mayo del año que viene y que sospechan ahora que la OTAN no es tan solidaria como proclama. A ello hay que sumar una mayor desconfianza de EE UU hacia la eficacia de la institución y las ganas de Washington de dificultar el proyecto de defensa europea.
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