Las ventas en la feria han esquivado la anunciada crisis del mercado del arte

Unos dicen que mejor que nunca, otros que bien a secas, y para algunos se ha notado menos alegría entre los compradores. Sea como sea, y a falta de los inexistentes datos oficiales, no parece que esta 22ª edición de Arco esté acusando la anunciada recesión del mercado que el pasado año, según Artprice.com, supuso un descenso del 27,8 % en las ventas de arte contemporáneo en subastas. Las entidades que hacen públicas sus compras reconocen una inversión que suma más de un millón de euros en esta feria, que el fin de semana vivió, sin aglomeraciones, su mayor afluencia de público.

Cada uno lo cuenta según le va, como siempre. Los españoles, en general, están más contentos -con matices entre la exultante Helga de Alvear, que dice haberlo vendido casi todo, y el mallorquín Joan Guaita, que ha notado menos ansiedad compradora- que los extranjeros. Arthur Solway, de la neoyorquina James Cohan Gallery, tenía siempre lleno su espacio, en el que presenta tres vídeos de Bill Viola de los que dos estaban reservados para sendos museos. El australiano Peter Greenaway estaba satisfecho, pero preocupado por el menor éxito de ventas de sus otros tres compatriotas en la feria. Chantal Grande, de Forum, rebosaba contento porque "ha ido muy bien en relación a las expectativas que teníamos".

En Espacio Mínimo reconocían ayer que las ventas eran similares al pasado año y lo mismo afirmaban en Luis Adelantado y Fúcares. El director de esta última sala, Norberto Doctor, insistía en reclamar una menor presencia institucional en Arco, tanto en la feria como en el comité organizador. "Las instituciones lo que tienen que hacer es comprar", indicaba. Es lo que ha hecho este año el Centro Galego de Arte Contemporáneo, que ha destinado el coste de su espacio a las compras, sumando así 180.000 euros, que ha invertido en comprar 20 obras. El Reina Sofía compró 14 obras -de Tarsira do Amaral, Óscar Domínguez y Thomas Ruff, entre otros- por un valor de 500.000 euros, y la Fundación Arco ha comprado 17 obras por 148.650 euros de artistas como Melanie Smith, Sue Williams y Mark Lewis. La asociación de críticos de arte ha considerado a Víctor Mira el mejor artista vivo español representado en la feria, y a Miquel Barceló el mejor artista internacional. El galerista de este último, Bruno Bischofberger, que ha vendido unos ocho cuadros del artista, también ha recibido el premio a la mejor galería.