_
_
_
_
ARCO 2003
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Una desinhibida variedad

Suiza es un país cuyas enormes montañas y cerrados valles, cubiertos de nieve durante los largos inviernos, ha posibilitado que históricamente su población haya vivido en un cierto aislamiento, lo que les ha permitido preservar algunas costumbres y rasgos idiomáticos particulares durante siglos. Frente a la actividad vanguardista experimentada en las grandes metrópolis, tales como París o Múnich, el arte suizo tal vez no parezca muy significativo; sin embargo, buena parte del arte contemporáneo no hubiera sido posible sin la inestimable existencia de los marchantes y los coleccionistas helvéticos, que han sabido consolidar increíbles colecciones, en las que se atesoran importantes obras que abarcan desde el impresionismo hasta las manifestaciones más actuales.

Más información
Suiza despliega su poderío

En las obras que ahora presentan los suizos, tanto en las exposiciones institucionales como en las galerías comerciales que están instaladas en Arco, no se aprecia ni un rasgo que haga referencia al país de origen o a alguna de sus particulares circunstancias culturales o geográficas; por el contrario, los artistas suizos están inmersos en un intento de sacudirse el ancestral aislamiento, y las obras que aquí se pueden contemplar responden a los patrones más convencionales de lo que se ha dado en llamar el arte internacional, ofreciendo una amplia gama de generos, tendencias y técnicas. Esta imagen de desinhibida variedad no es una consecuencia de la pluralidad lingüística ni de la diversidad de las concepciones vitales en el seno de la Confederación, sino que se apoya en la condición posmoderna del arte actual.

Sin embargo, la pretendida renuncia a unas señas de identidad cultural pone en evidencia la dependencia que los artistas suizos actuales sufren de los patrones marcados por el comercio internacional del arte que termina obligando a crear unos productos homologados, como si el arte actual no respondiera a criterios vitales, sino a pautas de mercadotecnia. Ciertamente, este fenómeno de la banalización del arte actual no es un problema exclusivo de Suiza; sin embargo, es en un país tan tradicionalmente exclusivista donde se hace más evidente esta deriva hacia lo convencional.

Pero, puestos a buscar qué define el carácter del arte helvético, éste parece emerger de la larga experiencia comercial y del poder económico, lo que permite a Suiza ser una buena plataforma para sus artistas, ya que disponen de consolidadas infraestructuras comerciales, como lo muestra el alto número de galerías importantes afincadas en Zúrich o el prestigio internacional conseguido por una feria como la de Basilea, que es un referente para el comercio del arte mundial.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_