Blair exige a la UE que acepte una opción militar inmediata si Sadam no colabora "sin condiciones"
Tony Blair contribuyó ayer de nuevo a dejar patente el cisma europeo frente a la crisis de Irak. En una carta a los líderes europeos, el primer ministro británico asegura que, en la cumbre europea del lunes, los Quince deben dejar sentado que, aunque la guerra es "el último recurso", ningún Estado debe descartarla si Sadam no aprovecha "la última oportunidad" de desarmarse. Ni una referencia al papel de los inspectores de la ONU, cuyo número quiere triplicar Francia. A la cumbre asistirá el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
En línea con las tesis de Washington, el líder laborista británico concreta en la carta su apremiante apuesta por una inmediata decisión a favor de la guerra si Sadam incumple las resoluciones de la ONU, en contraste total con la posición encabezada por Francia, que opta por dar más margen de maniobra a los inspectores, algo que ya ha rechazado públicamente Blair.
Blair advierte de que el mensaje que salga de esa cumbre del lunes en Bruselas "será de crucial importancia" y que, en primer lugar, debe incluir la exigencia de que Irak cumpla "completa, activa, inmediata e incondicionalmente con sus obligaciones internacionales". Explica después que Sadam no ha aprovechado la última oportunidad que le daba la resolución 1.441 del Consejo de Seguridad al presentar "informes falsos y omisiones", por lo que, de acuerdo con esa resolución, ya se está enfrentando a "graves consecuencias".
"Aunque, por supuesto, todos vemos la acción militar como un último recurso", escribe el primer ministro británico, "debemos dejar claro que ningún Estado la descarta si fuera necesario respetar la autoridad del Consejo de Seguridad". "En ausencia de una completa e inmediata cooperación" de Bagdad, agrega, Europa debería apoyar que "el Consejo de Seguridad ponga en marcha rápidamente una segunda resolución". Es esa segunda resolución la que Blair ha defendido ante Washington para hacer frente al mayoritario rechazo de los británicos a una intervención unilateral estadounidense con apoyo del Reino Unido. Es necesario, agrega, "mantener e incrementar la presión sobre Sadam", pero "el tiempo se acaba" y, si no aprovecha el último resquicio, el líder iraquí "se enfrenta a inmediatas y graves consecuencias".
La carta de Blair pone de relieve otra discrepancia con Schröder y Chirac cuando pide al presidente actual de la UE, Costas Simitis, primer ministro griego, que invite también a la cumbre a los líderes de los países candidatos, mayoritariamente alineados con Washington. Simitis, en efecto, les ha invitado, pero a una reunión paralela el martes con él mismo y Javier Solana, el alto representante para la política exterior. Fue Alemania la que se opuso a que participaran en la cumbre, una vez que casi todos los candidatos han difundido cartas a favor de las tesis de EE UU en esta crisis.
Quien sí participará en la cumbre será el secretario general de la ONU, Kofi Annan, como prueba "del protagonismo que Europa da al papel de Naciones Unidas", según la presidencia griega. La ministra española de Exteriores, Ana Palacio, hizo para ello las gestiones directas ante Annan.
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