El enviado del Papa llega a Bagdad con un mensaje personal de paz para Sadam

El cardenal Roger Etchegaray llegó ayer a Bagdad con un mensaje de Juan Pablo II para el presidente Sadam Husein. Un portavoz de la Nunciatura Apostólica en la capital iraquí anunció a los periodistas que el enviado del Vaticano se entrevistará hoy con el vicepresidente Taha Yasín Ramadán y con el viceprimer ministro Tarek Aziz, el único cristiano del Gobierno iraquí, que viajará a Roma el jueves. Esta penúltima mediación se produce a sólo dos días del crucial informe de los inspectores ante el Consejo de Seguridad.

Etchegaray no ha revelado el contenido de la misiva papal, pero ha dejado claro que está explorando "los últimos límites de la esperanza". Anoche no estaba confirmado que el líder iraquí fuera a recibirle, pero fuentes de la Nunciatura dieron a entender que podría permanecer varios días en Bagdad si era necesario.

"Mi objetivo es mostrar hasta qué punto el papa Juan Pablo II quiere llevar hasta el final las oportunidades a favor de la paz que, desgraciadamente, está tan amenazada en este país. La guerra no es la última solución, es la peor solución", dijo el cardenal en Bagdad. "En nombre del Papa, vengo para pedir a las autoridades que intensifiquen su colaboración con la ONU, una colaboración que debe basarse en la justicia y el derecho", agregó Etchegaray, de 80 años, un veterano en misiones diplomáticas del Vaticano.

El Vaticano se ha manifestado en varias ocasiones contra la guerra preventiva que, según ha declarado Juan Pablo II, no tendría justificación legal ni moral. El Papa ha dicho también que si hubiera una acción militar en Irak sería "un fracaso de la humanidad".

El próximo viernes, el Papa recibirá en audiencia a Aziz, el veterano político iraquí que está considerado como la cara amable del régimen. A pesar de ser un país musulmán, Irak cuenta con 700.000 cristianos, en su mayoría caldeos, que siguen al Papa de Roma.

Italia espera con enorme expectación la llegada de Tarek Aziz, prevista para la tarde del jueves. En la agenda de Aziz, además de la importante audiencia con el Papa, al que entregará un mensaje de Sadam, figuran numerosos encuentros de carácter político e incluso religioso. Aziz, que ha visitado ya a Juan Pablo II en el Vaticano en otra ocasión, se entrevistará con diversos parlamentarios italianos del centro-izquierda y existe la posibilidad de que sea recibido por el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini. La iniciativa de traer a Aziz al Vaticano ha sido de un sacerdote francés, Jean-Marie Benjamín.

Lo más pintoresco de su periplo italiano es la visita que hará el sábado a Asís, la localidad natal de San Francisco, donde ha sido invitado por la comunidad franciscana a participar en dos "gestos" cargados de simbolismo, según declaró ayer Vincenzo Coli, guardián de la basílica. Los frailes encenderán la lámpara de la paz, que se encuentra sobre la tumba del patrón de Italia, y se la entregarán al dirigente iraquí, que leerá un mensaje de paz. Los frailes descartan que el acto tenga el menor contenido político. Los franciscanos colocarán en las manos de Aziz un cuerno de marfil donado en el siglo XIII por el sultán de Egipto a Francisco de Asís, en los tiempos de las Cruzadas. "Este gesto hoy es una forma de restituir la paz al mundo oriental", declaró el franciscano Enzo Fortunato.