La oposición venezolana recoge miles de firmas contra Chávez
El 'firmazo' es el acto final de una huelga que ha durado dos meses
Legiones de venezolanos opositores realizaron ayer un ensayo general para la expulsión de Hugo Chávez de la presidencia. Millones de personas, según los organizadores, acudieron en todo el país a firmar un legajo de documentos que se orientan a no reconocer al presidente; solicitar una enmienda constitucional que acorte su periodo; revocar el mandato a diputados del partido oficial; exigir la derogatoria de 47 leyes socioeconómicas aprobadas en 2001; convocar a una Asamblea Nacional Constituyente; exigir el reenganche de los gerentes y trabajadores despedidos de Petróleos de Venezuela y denunciar la situación de Venezuela ante la comunidad internacional.
Todas esas propuestas tienen un denominador común: liquidar a Chávez, de 49 años, y demoler la revolución bolivariana. El firmazo, que fue convocado por la coalición opositora Coordinadora Democrática, con el apoyo de la mayoría de los medios de comunicación alineados contra el Gobierno, no tiene valor legal, pero sí un enorme peso político. Puso en evidencia que los incansables opositores están dispuestos a algo más que caminar y gritar consignas en su empeño de sacar del poder a Chávez. De hecho, miles de ellos se levantaron antes del amanecer para ir a los improvisados centros de recogida de firmas.
División en Caracas
En Caracas, una ciudad dividida por una clara frontera política, la mayor afluencia se registró en las urbanizaciones acomodadas del sureste y este y en barrios de clase media del centro. Fue menor en el sur y el oeste, zonas más pobres, enclaves del chavismo. En algunas de esas zonas hubo brotes de violencia, cuando partidarios del presidente intentaron impedir el funcionamiento de las mesas.
El firmazo ha sido el epílogo de una huelga que duró dos meses, colocó al país al borde de la bancarrota al paralizar la industria petrolera y, en reacción, ha provocado una ola de 5.000 despidos en la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). Técnicamente, la huelga finaliza hoy cuando se reanuden las clases en las escuelas privadas, los bancos retomen el horario normal, abran los centros comerciales y los canales de televisión, emisoras de radio y diarios, vuelvan a sus programaciones y formatos habituales, con publicidad comercial. Durante los dos meses de huelga, los medios sólo han difundido propaganda antigubernamental. El éxito de la jornada de votación simbólica contra Chávez le ha permitido a la oposición suspender la huelga sin que parezca una derrota. En contrapartida, el fin del paro le permitirá al Gobierno encajar el potente golpe que le ha propinado un sector del electorado.
Chávez, quien cumplió ayer cuatro años exactos en el ejercicio del poder, realizó su programa de radio y televisión Aló Presidente, como si nada pasara, y dijo que la salida electoral verdadera será el referéndum revocatorio de mitad de periodo, el próximo agosto. "Sacarnos de aquí, compadre, eso no es así tan fácil. Yo me siento amado por el pueblo", dijo. En una entrevista publicada en la prensa colombiana, Chávez expresó que si pierde en esa consulta, no implicaría al final del proyecto bolivariano, pues éste ya echó raíces en la sociedad.
Más despidos en la petrolera estatal
La industria petrolera venezolana notificó ayer el despido de 78 empleados de la Filial Marina por "abandono del trabajo", con lo que 1.517 trabajadores han sido dados de baja en la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) en las últimas dos semanas.
La principal industria venezolana se encuentra semiparalizada desde el pasado 4 de diciembre, cuando un número impreciso de sus altos gerentes y varios capitanes de su flota mercante se sumaron al paro general opositor que había comenzado dos días antes. El Gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, que considera la huelga petrolera como un "sabotaje", inició una reestructuración de la industria que incluye la sustitución del personal en huelga. Ya han sido despedidos 5.000 empleados.
El líder de los huelguistas, Juan Fernández, afirmó ayer que continuarán en paro hasta que se defina una "salida electoral y el futuro de los empleados de PDVSA".
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