El aceite pone un pie en Estados Unidos

Se ha empezado con el aceite de oliva, pero se quiere extender al cuero, mueble, mármol y otros productos agroalimentarios para lograr el objetivo final de vender la marca Andalucía en Estados Unidos. La primera campaña de promoción, en la que también por vez primera han participado los principales productores del sector -que aportan el 30% de los dos millones de euros que se destinarán en 2003 y 2004-, se presentó el pasado miércoles en Nueva York. El acto, muy cuidado en todos sus detalles, no defraudó pese a que su atractivo principal, el actor Antonio Banderas, que supuestamente iba a conducirlo, comunicó que no acudiría horas antes de que comenzara. El malagueño -que nunca da una negativa cuando se le pide su colaboración, ya sea para promocionar jamones o el turismo andaluz-, se encuentra estos días en pleno ensayo de un musical que estrenará en Broadway y alegó motivos de cansancio.

El aumento de la producción obliga al sector oleícola a buscar nuevos mercados

La visita oficial que ha llevado por primera vez en sus 13 años de mandato al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, a Estados Unidos, se ha estado preparando durante más de un año y en su recta final se han producido algunos roces entre las consejerías de Economía y Hacienda y Agricultura y Pesca por problemas de protagonismo entre sus titulares y por una cierta precipitación de Paulino Plata en anunciar datos antes de tiempo.

Al final, la consejera de Hacienda, Magdalena Álvarez, cuyo departamento tiene las competencias de comercio y la promoción de empresas, ha acaparado mayor foco. No sólo por la polémica con la compañía aeronáutica EADS-CASA por el anuncio de la construcción de 35 aviones guardacostas para el Gobierno de los Estados Unidos, sino porque su consejería lleva el grueso de las relaciones internacionales con los empresarios a través de CdeA (Comercializadora de Andalucía) que en los próximos días cambiará de nombre. Álvarez, además, hizo de embajadora de la moda andaluza, especialmente en los actos que han coincidido con el tercer Festival Flamenco USA, y demostró que no hay mejor complemento que un buen mantón de manila.

La elección de Estados Unidos para ganar cuota en el mercado de aceite de oliva se basa en los datos del estudio realizado en ese país, donde principalmente se consume aceite italiano, y en la necesidad de potenciar la demanda para dar salida al aceite andaluz. Los empresarios y la Junta saben que la producción mundial crece un punto más que el consumo y que de seguir ese ritmo, dentro de cuatro años los excedentes pueden alcanzar las 500.000 toneladas en Andalucía, la principal zona productora de aceite del mundo. "Si no somos capaces de abrir mercado el panorama se puede complicar a medio plazo", advirtió Chaves en su balance final del viaje. La Junta ha sido la impulsora de la campaña -que comenzará en mayo en el Estado de Florida-, pero quiere que sean los empresarios los que tomen las riendas. "Son ellos los que tienen que dar la batalla más importante y los que a partir de ahora tienen que comprometerse en la promoción y en su financiación", aseguró el presidente andaluz.

Para que el público americano conozca el aceite de oliva, la Junta ha firmado acuerdos con cadenas de supermercados en los que junto con las botellas -identificadas todas las marcas con el lema "Aceite de oliva de Andalucía. España"-, se distribuirán pequeños libros de recetas, al tiempo que una docena de restaurantes neoyorquinos anunciarán en sus cartas el producto y a cambio se les suministrará el aceite durante un año. Una campaña de publicidad, centrada en el Estado de Florida, insistirá en los beneficios del aceite para la salud con el mensaje de que el que se produce en Andalucía es el mejor de la tierra. Falta que los cooperativistas y empresarios se apunten al carro y asuman más riesgos en vez de preferir la exportación a granel a Italia que es la que se queda con el valor añadido.

El flamenco, sobre el que nadie confunde su origen, ha sido el vehículo utilizado por la Junta para iniciar su campaña. En todos los espectáculos que se celebran dentro del Festival Flamenco USA, que recorrerá 11 ciudades norteamericanas, se reparten a la salida botellitas de aceite virgen extra. El binomio flamenco-aceite ha sido el que ha hecho posible traer espectáculos costosos como el de Sara Baras o el reunir en un mismo escenario a los nietos del gran Farruco -Farruco y Farruquito-, a Manolete, Antonio Canales y Juana Amaya. "¡Que viva el aceite de oliva!", fue el grito que lanzaron al unísono los bailaores en la presentación de la Gala de Andalucía, porque, como admitió Lluís Pascual, director de la pieza teatral Mariana Pineda, los artistas no tienen posibilidad de financiar estos certámenes, que les servirán de escaparate para hacer giras individuales por los Estados Unidos.

En paralelo a la campaña de promoción, Manuel Chaves ha mantenido reuniones con los presidentes del Banco Mundial y del Banco Iberoamericano de Desarrollo, en ambos casos para abordar la financiación de diversos proyectos, el primero en relación con el Diván musical de Daniel Baremboim, que posiblemente ubique su sede en Sevilla, y el segundo para financiar proyectos de desarrollo rural en cuatro zonas de América Latina. Chaves fue invitado 72 horas antes de partir hacia Washington a dar una conferencia en la universidad católica de Georgetown -en la que tuvo un escasísimo auditorio- y en el Spanish Institute de Nueva York, donde fue presentado por el cónsul de España, Emilio Casinello.