Los Gobiernos vasco y catalán anuncian recusaciones al presidente del Constitucional

El Gobierno vasco decidirá el próximo martes una nueva recusación al presidente del Tribunal Constitucional, Manuel Jiménez de Parga, por estimar que sus declaraciones sobre las comunidades autónomas históricas son "inaceptables" y le inhabilitan para el cargo. El Gobierno catalán, a su vez, iniciará un procedimiento civil contra Jiménez de Parga, y le recusará cada vez que se diriman en el tribunal temas relacionados con las competencias de la Generalitat. Aznar, en cambio, reprochó la polémica a los nacionalistas y les acusó de usarla con fines electorales.

La recusación del Gobierno vasco la anunció ayer el lehendakari, Juan José Ibarretxe, en un encuentro con informadores, en el que acusó al jurista de no ser "imparcial y objetivo". Para Ibarretxe, la crítica de Jiménez de Parga al concepto de nacionalidades históricas [las que negociaron un Estatuto durante la República y accedieron a la autonomía por la vía del artículo 151 de la Constitución] constituyen un "insulto para los ciudadanos" que viven en ellas.

El lehendakari cree que las palabras de Jiménez de Parga "le inhabilitan para la presidencia del Constitucional y, por supuesto, para ser ponente de determinadas iniciativas, como el recurso que el Gobierno vasco planteó contra la Ley de Partidos".

El pasado noviembre, el tribunal ya desestimó una recusación presentada por el Ejecutivo de Vitoria por otras declaraciones en las que Jiménez de Parga manifestaba no ver defectos importantes en la Ley de Partidos como para tacharla de inconstitucional. El pleno del tribunal estimó que las opiniones de su presidente no suponían prejuzgar el recurso del Gobierno vasco.

El Ejecutivo de Vitoria había renunciado ya en 1992, cuando lo presidía José Antonio Ardanza, a acudir al alto tribunal en conflictos de competencia con el Gobierno central, por considerarlo un órgano de parte. El lehendakari recordó ayer que Jiménez de Parga, en anteriores ocasiones, "ha adelantado sentencias del Constitucional o deseos sobre las sentencias".

En cuanto al Gobierno catalán, sigue estando muy "molesto y decepcionado" por las declaraciones del presidente del Constitucional. El conseller en cap de la Generalitat, Artur Mas, anunció ayer que está estudiando la presentación de una demanda civil, "porque son unas declaraciones inadmisibles en una persona que ocupa un cargo de tan alta responsabilidad", informa desde Lleida Lluís Visa.

Mas explicó en la localidad leridana de Juneda, donde visitó una planta de tratamiento de purines, que el recurso a la jurisdicción civil pretende que los tribunales ordinarios se pronuncien sobre si una persona con la alta magistratura de Jiménez de Parga "puede realizar unas declaraciones" que considera "claramente ofensivas para el conjunto del pueblo de Cataluña".

La decisión de presentar la demanda civil se estudiará durante la reunión del Consejo Ejecutivo de la Generalitat el próximo 4 de febrero. Mas precisó que el Gobierno catalán sólo desistiría si para entonces se ha producido una rectificación "clara, precisa y creíble".

El conseller en cap también anunció la recusación de Jiménez de Parga cada vez que el Constitucional tenga que dictaminar sobre un recurso que afecte a las competencias de Cataluña.

Por su parte, el presidente del Gobierno central, José María Aznar, reprochó su actitud a CiU y al PNV y dijo que "no vale todo porque se esté en proceso electoral", en referencia al anuncio de Mas de que CiU no acudirá a la celebración oficial del 25 aniversario de la Constitución como protesta por las declaraciones de Jiménez de Parga.

Tras el Consejo de Ministros que presidió en A Coruña, Aznar reprochó a los nacionalistas su acusación de que participa en una ofensiva junto al presidente del Constitucional contra el nacionalismo y el autogobierno. "Ahora soy protagonista de no sé qué extraña ofensiva", ironizó. "Y dicen que soy protagonista de una extraña involución de volver a los tiempos de Maricastaña".

La esposa del presidente del Gobierno y candidata a una concejalía en Madrid, Ana Botella, dio la polémica por zanjada. Durante una visita a Manresa (Barcelona), acompañada por dirigentes del PP, declaró: "Jiménez de Parga hizo un recorrido histórico y, además, yo le oí a la mañana siguiente pedir disculpas por si alguien se había sentido ofendido".