Fraga se presenta a sí mismo como una "víctima" del 'Prestige'

El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, se presentó ayer ante los casi dos mil delegados del PP congregados en Madrid como una "víctima" del Prestige. También aseguró que los responsables de la catástrofe fueron "las malas decisiones" tomadas por organizaciones internacionales que han permitido que buques que no reunían las condiciones de seguridad necesarias para el transporte de combustible naveguen con bandera de conveniencia por aguas internacionales.

En los momentos previos a su discurso, Fraga declaró ante los periodistas que él hizo "todo lo posible" para luchar contra los problemas provocados por el accidente, aunque reconoció que "quizás no siempre fue lo mejor". Cuando se le preguntó por su fin de semana de cacería en plena crisis dijo que eso era una "estupidez" y señaló que ha trabajado intensamente en su despacho y a pie de playa.

De la media hora que empleó Fraga en su discurso ante los 1.948 congregados en la convención nacional del PP, apenas dedicó unos tres minutos para hablar de todo lo relacionado con el Prestige. Y de ese tiempo, veinte segundos lo abarcaron los aplausos que los delegados del PP dedicaron a Francisco Álvarez-Cascos cuando Fraga se dirigió a él en señal de reconocimiento y recordó las palabras que hace pocas semanas le dedicó José María Aznar: "Cascos es el mejor ministro de Fomento que ha tenido España en toda su historia". Cuando un periodista francés le preguntó si la gestión de la catástrofe debería haber provocado su dimisión, Fraga contestó en francés que eso era "discutible". Y añadió: "Eso es lo que dice la oposición, pero no la mayoría que me eligió para un nuevo mandato".

Basta de desenterrar muertos

Justo dos meses después de que se hundiera el Prestige, Manuel Fraga se dio por primera vez un gran baño de popularidad entre los suyos. Javier Arenas dijo en público mirándole: "Usted no se merece el trato que le han dispensado algunos. Pero el tiempo pondrá a todos en su sitio". Estalló el aplauso de los asistentes y las dos pantallas gigantes mostraron a Fraga llevándose una mano a los ojos.

Cuando llegó el turno de Fraga, los 2.000 asistentes se levantaron y aplaudieron durante casi un minuto, hasta que el propio Fraga decidió hablar para acallarlos.

Fraga Iribarne habló de la raigambre vasca de su segundo apellido y usó la expresión "basta ya" para referirse a diversas cuestiones: "Basta ya de desenterrar muertos [en alusión a la exhumación de los restos de víctimas de la represión franquista entrerradas en fosas comunes], basta ya de pensar en Estados libres asociados [en referencia al plan de Iberretxe], basta ya de volver a las andadas intentando romper la unidad nacional y volver a la violencia", dijo.

Pero, en lo referente al Prestige, apenas hizo más que alguna crítica a la plataforma Nunca Máis y a la oposición, de la que dijo: "No parece con propuestas, alternativas, críticas constructivas creíbles... En cambio, hay mucha facilidad de palabra para el insulto y la injuria".