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ACOSO A SADAM

Bush cree que el desarme depende sólo de Irak, no de los inspectores

EE UU recuerda que la guerra de Serbia no tuvo permiso de la ONU

Berna González Harbour

El próximo 27 de enero, Hans Blix, jefe de la misión de los inspectores en Irak, pedirá probablemente al Consejo de Seguridad más tiempo para trabajar. Francia y Alemania también lo solicitan. Estados Unidos, sin embargo, quiere evitar el debate sobre el plazo porque, tal y como reza la resolución 1.441, que fija los términos de su mandato, la carga de la prueba está en Irak. "La misión no depende del trabajo de Blix", asegura una fuente del Gobierno de George Bush. "Es Irak el que debe declarar lo que tiene y cooperar con los inspectores en la verificación de que esa declaración es correcta".

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Según Estados Unidos, Hans Blix y su puñado de 200 inspectores no alcanza ni siquiera el tamaño de una policía en una ciudad pequeña de Europa. "No estamos hablando de gente que puede cubrir un país entero. No pueden ir por allí y probar que Sadam Husein tiene algo. La carga de la prueba está en el Gobierno de Irak", dice la fuente.

La resolución 1.441, aprobada el 8 de noviembre por unanimidad de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, establece que "la falsedad o la omisión en las declaraciones que efectúe Irak constituirán una violación flagrante" de la misma. Por ello, para Estados Unidos es suficiente casus belli el hecho de que en su declaración de 12.000 folios al Consejo de Seguridad con el listado de su arsenal falta información sobre armamanto que ya antes había sido inventariado por los inspectores de desarme de la ONU en Irak, antes de su expulsión, en 1998. "Ya todos reconocen que esa declaración de 12.000 folios es falsa y llena de mentiras", aseguran las fuentes. "Así que, si quieren una solución pacífica, ésta no vendrá por más trabajo de los inspectores, sino por un cambio de actitud de Irak".

A partir del dictamen sobre si Irak ha cometido una "violación flagrante" de la resolución 1.441 (material breach es la palabra mágica en inglés), se abre el debate sobre si es necesaria otra resolución o no. El texto aprobado en noviembre fija que, después del informe de Hans Blix el 27 de enero, el Consejo de Seguridad debe volver a reunirse para debatir la cuestión. Y punto. Algunas interpretaciones hablan de que esa reunión debe desembocar en una nueva resolución que autorice el ataque, y otras, entre ellas la de Estados Unidos, no lo creen necesario. Washington recuerda el caso de la guerra en Serbia, cuando la OTAN actuó sin permiso expreso de la ONU. "Ahora", concluyen las fuentes, "con más razón".

En todo caso, Estados Unidos está seguro de que ganará, como contó esta semana Paul Wolfowitz, subsecretario de Defensa, en un encuentro con varios periódicos europeos en Stuttgart, entre ellos EL PAÍS. "Si hay que usar la fuerza contra Irak, tendremos éxito porque tendremos una gran coalición con nostoros, una coalición que crece cada semana. Y si resolvermos pacíficamente el problema, será también porque tenemos una gran coalición y porque Sadam habrá entendido que su única opción es el desarme".

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Inspectores de la ONU pasan junto a una manifestación de iraquíes contra la guerra, ayer en Bagdad.
Inspectores de la ONU pasan junto a una manifestación de iraquíes contra la guerra, ayer en Bagdad.REUTERS

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Sobre la firma

Berna González Harbour
Presenta ¿Qué estás leyendo?, el podcast de libros de EL PAÍS. Escribe en Cultura y en Babelia. Es columnista en Opinión y analista de ‘Hoy por Hoy’. Ha sido enviada en zonas en conflicto, corresponsal en Moscú y subdirectora en varias áreas. Premio Dashiell Hammett por 'El sueño de la razón', su último libro es ‘Goya en el país de los garrotazos’.

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