El IVAM funde arte y naturaleza a través de la colección Gori
El industrial italiano Guiliano Gori se inició en el coleccionismo de arte a los 16 años. Hizo una fortuna con la compra y venta de tejidos para ropa, y ahora es poseedor de unos notables fondos tanto en arte contemporáneo, con obras de Warhol, Miró, De Chirico, Calder, Moore o Léger, como en arte antiguo, con obras como un Cristo de la escuela florentina del siglo XIII. Pero, además, Gori ha convertido su villa situada en Santomato de Pistoia, en el corazón de la bella Toscana, en un singular espacio donde conviven la naturaleza y la escultura. Un caso paradigmático de arte ambiental (site specific), en el que las esculturas e instalaciones de relevantes artistas dan sentido al jardín romántico inglés y a los viñedos y campos agrícolas que rodean su actual residencia y los antiguos graneros que conforman la llamada Fattoria di Celle.
Guiliano Gori visitó ayer el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) para presentar la exposición que repasa años de coleccionismo a través de maquetas, dibujos preparatorios y proyecciones de hasta 75 proyectos realizados en sus tierras por artistas como Robert Morris, Magdalena Abakanowicz, Richard Sierra, Richard Long o Michelangelo Pistoletto. El recorrido expositivo de Historia y naturaleza. Colección Guiliano Gori, no obstante, arranca con una selección de obras procedentes de su colección histórica, con nombres como los ya citados y otros, como Tàpies, Licini o Klein.
Los derechos del arte
Gori explicó que la idea de hacer un proyecto de "arte ambiental" surgió tras visitar en 1961 el Museu Nacional d'Art de Catalunya, donde contempló piezas del románico exhibidas en un ambiente que pretendía reconstruir su ubicación original. En consecuencia, el coleccionista decidió tratar el espacio "como una parte integrante de la obra y no sólo el contenedor". Ya a principios de los años ochenta, Gori reunió un comité de expertos para iniciar el proyecto de arte ambiental bajo el lema propuesto por Carlo Belli "los derechos del arte empiezan donde acaban los de la naturaleza".
"Se han metido 40 hectáreas de arte ambiental en 800 metros cuadrados", comentó la comisaria de la muestra, María Jesús Folch, en relación al espacio del IVAM que acoge hasta el 4 de mayo la exposición. Ésta pretende "demostrar cómo una colección de estas características no surge de forma súbita, sino que es fruto de una reflexión continuada", apuntó el director del IVAM, Kosme de Barañano.
La Fattoria di Celle sólo es accesible al público unos meses al año previa visita concertada. El catálogo de la muestra, patrocinada por Bancaixa, recoge las obras expuestas y el abundante material fotográfico de la villa, además de diversos textos de expertos.
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