El Banco de España crecerá a costa del palacio de Lorite

La sede del Banco de España crecerá tras demoler su vecino palacio, el de Lorite, en la esquina de la calle de Alcalá con la del Marqués de Cubas e integrará en su edificio el nuevo chaflán, que reinterpretará al que ahora tiene en la plaza de Cibeles. Lorite dejó de tener protección urbanística en 1997. Rafael Moneo ganó el concurso para ampliar el banco. El presupuesto fijado es de 19 millones de euros.

El Banco de España ocupará por completo la manzana que encuadra el paseo del Prado y las calles de Alcalá, Marqués de Cubas y Los Madrazo. Su tan acariciado propósito comienza a cumplirse tras 20 años de zozobras, levantada la protección urbanística que sellaba como intocable el contiguo edificio del palacio de Lorite. Sólo falta el texto definitivo del preceptivo convenio urbanístico con el Ayuntamiento, ya que el provisional fue ya acordado el pasado 17 de diciembre.

En las próximas semanas el gran banco se apresta a demoler la edificación vecina, que fue desprotegida en 1997. Una vez derribada, el arquitecto Rafael Moneo prolongará la fachada bancaria a lo largo de la calle de Alcalá y construirá un ala nueva achaflanada, de traza similar a la actual de la plaza de Cibeles. Este ala fue proyectada por Moneo en 1978, si bien la ha modificado durante el pasado año. Suprimirá unas hornacinas que planeó en un principio y mudará los proyectados ventanales columnados por una enorme cristalera igual a la que ornamenta la plaza de Cibeles, según el trazado del arquitecto Eduardo Adaro cuando construyó el Banco de España en 1894. El nuevo chaflán realineará la calle de Marqués de Cubas, retranqueada por el edificio de Lorite, y unificará naturalmente la línea de cornisa del Banco de España, que el palacio aledaño rebasaba en dos plantas y media, según explica el conservador José María Viñuela.

El palacio a demoler fue adquirido por el banco emisor en 1950. Había sido proyectado por José Lorite, arquitecto y urbanista municipal autor del plan de ordenación de Madrid de 1931. Él había recibido el encargo de la Banca Calamarte, que estuvo instalada en esa sede hasta que pasó a ser propiedad del Banco Pastor. El palacio de Lorite albergaba una gran sala de operaciones comerciales, entonces en boga, y hasta seis pisos de altos alquileres, incluida una sastrería de postín. No fue plenamente desocupado hasta casi 30 años después de ser adquirido.

En 1969, el Banco de España se amplió interior y externamente, a costa de otras casas de su misma manzana que ocupaban el cine Gong y el editor Afrodisio Aguado en la calle del Marqués de Cubas. De aquella etapa data la creación de una torre tubular interior, de unas siete plantas, con placas externas de aluminio y unida al cuerpo del banco por pasadizos aéreos. Esta torre dentro del patio del banco fue rematada con un helipuerto. Con la demolición del palacio de Lorite, el Banco de España culminará su expansión e integrará 4.736 metros cuadrados más (la mitad en cuatro plantas subterráneas).